Pasaron más de dos siglos, desde 1789, para ver a una mujer elegida como vicepresidenta de los Estados Unidos. Un hito histórico que logró Kamala Harris, una mujer afroamericana, hija de inmigrantes y revelación en la politica norteamericana, quien luego de 48 hombres asumirá la vicepresidencia como coequipera del presidente electo Joe Biden.
Harris nace en Oakland, California, en 1964, un año emblemático en la lucha contra la discriminación racial en Estados Unidos, por la aprobación en el Congreso de la Ley de los Derechos Civiles, que prohibió la segregacion racial en escuelas, lugares públicos y el empleo. Su año de nacimiento representa el inicio de cambios en el relacionamiento de la sociedad estadounidense gracias al legado del Movimiento de los Derechos Civiles liderado por Martin Luther King Jr; cambios que hicieron posible avances significativos en materia de inclusión como la elección de Harris.
La nueva vicepresidenta ha demostrado romper paradigmas a través de una brillante carrera. Se destacó como la primer mujer afroamericana designada como fiscal general del estado de California, donde trabajó por reducir la desigualdad racial del sistema penitenciario y se dió a conocer por oponorse a la pena de muerte. Su trayectoria como fiscal general le permitió elegirse como senadora de California, siendo la segunda mujer afroamericana en la historia que logra ser elegida para ese cargo.
Posteriormente, Harris inició una corta campaña presidencial y tras su declinación fue un gran acierto de Joe Biden seleccionarla como su formula vicepresidencial. Sin duda, Kamala contribuyó a aumentar la participación de mujeres, población afroamericana y comunidades asiáticas en las elecciones, quienes fueron determinantes para el triunfo democrata en diversos estados como Georgia, Pensilvania y Arizona.
Su elección es un motor de inspiración para millones de mujeres, afroamericanos y demás minorías étnicas, genera esperanza para quienes reconocen en la diversidad, libertades y el respeto por la diferencia elementos esenciales de una democracia, especialmente en el contexto reciente de un gobierno norteamericano con posiciones radicales frente a la inmigración y el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
La vicepresidenta Harris jugará un papel estratégico en temas transcendentales para la sociedad estadounidense como la inmigración, la lucha contra el racismo, la reforma del sistema judicial, además de los compromisos del nuevo gobierno con el cambio climático y el carácter multilateral de la política exterior. Su trayectoria nos hace pensar que contribuirá a que más mujeres asuman roles preponderantes, como bien lo dijo ella a pocas horas de conocer el resultado electoral, será la primera vicepresidenta mujer en la historia de los Estados Unidos, pero no será la última.