El auditorio nacional, con pesimismo, sigue los debates de los partidos políticos, Congreso y sector particular, porque los atribuye a evidente improvisación a las carreras, como en mayoría del legislativo, al avanzar último semestre 2021.
No se desconoce la carrera por abundancia de proyectos, evaluación de iniciativas gubernamentales, forcejeo con agresividad verbal y afán por entregar resultados al cierre del periodo legislativo, según acaba de suceder. Otra sombra en Cámara y Congreso se extiende por la larga intervención de los parlamentarios.
Las señales de partida indican ahora que la prioridad era cubrir el hueco fiscal de la Nación. La cifra más preocupante fue la de $14 billones requeridos. A ojo imparcial, al final de sesiones, quedó como telón de fondo, síndrome de la inseguridad.
La Ley de Financiamiento a la Nación es hija de la propuesta para Reforma Tributaria, que provocó estallido económico y social, en círculos ciudadanos; al discutir el fondo de la Ley, con reloj y calendario corriendo, se convirtió en Ley de debate a la carrera.
Y quedó al descubierto la precipitación del Gobierno para aplicar aciertos en marcador de decisiones, reclamados por la ciudadanía. También se despejó que las demás propuestas se prepararon al ritmo de la relación de empresas y consorcios con índices en crecimiento de contratación de mano de obra en diversas zonas del país.
Están planteadas otras puntadas que requieren soporte de los distintos gremios empresariales y asociaciones regionales, entre ellos agroindustria, transporte de carretera, empresas aéreas y servicios marítimos. Los beneficios de la DIAN incluyen grupos artesanales que a través de los años han cubierto impuestos en regiones como ciudades y departamentos.
Y así se cerró el pasado año, con intensa carrera para aprobar Ley de Financiamiento, con vacíos y desacuerdos en aplicación de -IVA-, cobros en impuestos de renta, subsidios envolatados y ministerios renovados, con tendencia funcional para servicios públicos y particulares.
El auditorio está expectante frente a Gobierno y Congreso, con pesada carga de exigencias ciudadanas, para reordenar un proyecto aún más amplio para segundo semestre; es destacable la decisión de la DIAN tendiente a rebajar sanciones, intereses y capital, para preservar la estructura empresarial productiva y la contratación de empleo.
La iniciativa explicada por Lisandro Junco, director de la Administración Nacional de Impuestos, beneficiará a industrias y compañías en general de distinta producción que, registraron pérdidas en Emergencia Económica a instancias de Pandemia, desde antes de iniciar semestre. Destacable porque se asumió sin carreras.
El optimismo no desaparece, espera lluvia de alzas en comercio, después de reajustado el salario mínimo. Queda ahora, solo esperar el banderazo de nuevo año, sin ir a la carrera, el seguimiento corresponderá hacerlo con equipo bien experto en economía nacional.
Y reitera la DIAN que el objetivo del Gobierno Nacional es mantener empresas productivas y competitivas, como parte de la línea que impulsa Reactivación Económica, con líneas del mundo de los negocios en el país y el comercio exterior, interesado en adquirir productos colombianos con buena calidad para distintos países.