Leer las señales | El Nuevo Siglo
Viernes, 14 de Octubre de 2022

Las señales de tránsito son fundamentales para fluir adecuadamente en el tráfico y evitar accidentes. El ego también tiene señales, que nos ayudan a evadir los automatismos y crecer en consciencia.

Las indicaciones de circulación nos alertan sobre una obra temporal; nos orientan sobre el lugar donde estamos y algunos sitios de interés; nos previenen sobre el estado de la vía y eventuales riesgos; o nos obligan a cumplir unas normas básicas.  Para que la vida fluya necesitamos identificar las señales de todo aquello que no está en la frecuencia del Amor.  

El ego nos da señales de su presencia, pero el problema está en que no podemos identificarlas como tales, en parte porque son sutiles y en parte porque solemos creer que el ego solamente tiene que ver con tener actitudes arrogantes y prepotentes asociadas a la vanidad, dejando de lado otras manifestaciones relacionadas con la pereza y las demás “pasiones pecaminosas” establecidas por Evagrio el Póntico en el siglo IV de nuestra era:  ira, soberbia, envidia, avaricia, cobardía, gula y lujuria. Sí, el ego es complejo, porque tiene muchas dimensiones y causas, y complicado porque no es fácil identificarlo. Entonces, reconocer las señales que nos envía es un trabajo que requiere plena conexión con nuestra esencia.  Volvernos nuestros testigos.

Algunas de las señales son muy sutiles, casi imperceptibles, y no alcanzamos ni siquiera a registrarlas. Hay señales un poco más evidentes, que surgen a manera de información: una pequeña molestia por alguna situación incómoda, como que alguien intente saltarse la fila en la que vamos, que una persona nos contradiga en un argumento o que no nos tomen en cuenta. Ello puede llevarnos a un cambio pequeño en la respiración y el ritmo cardíaco. Las señales van en escalada y pueden llegar hasta ataques de rabia o pánico, indignación absoluta por algo, euforia por una sensación de éxito y la necesidad de mostrarlo o parálisis absoluta ante un evento que no podemos procesar.  Los medios de información y las redes sociales, que a la vez son fuente y eco de la vida cotidiana, están llenos de expresiones que son señales claras del ego, pero que no identificamos como tales: “estoy indignada”, “ando muerto del susto”, “es imperdonable”, “todos me odian” o “no hay que llorar, porque la vida es un carnaval”, como cantaba Celia Cruz…

Para identificar al ego hay que decidirse y trabajar en ello. ¿Tienes la disposición para reconocer sus señales y construir una vida en gozo, ese estado del ser en el que nada perturba? ¿Quieres crecer en consciencia, para evolucionar y no sufrir? Es difícil, ¡y posible! Si nos acompañamos en el intento, consciente y solidariamente, lo haremos cada día mejor. 

@edoxvargas