Percepciones históricas
Nuestra percepción del pasado está llena de concepciones erradas, unas veces por equivocaciones sobre la realidad, otras originadas por distorsiones introducidas por quienes escriben la historia que, como dijo alguien, son los vencedores. A veces estas tergiversaciones son originadas por nuestras propias creencias, pensamos con el deseo. Tendemos a creer aquello que se ajusta a nuestras opiniones. Algunos hechos que, en mi ignorancia, merecen destacarse:
• La revolución rusa que derrocó al zar Nicolás II tuvo lugar en febrero de 1917 (marzo de nuestro calendario gregoriano) y llevó al poder al aristócrata Georgy Lvov, no fue dirigida por Lenin a quien la noticia sorprendió en Suiza y sólo pudo regresar en abril, para huir luego a Finlandia, de donde retorna en octubre y encabeza una nueva revolución que elige a Aleksadr Kérenski (sinónimo de gobernante débil) como primer ministro y a Lenin como Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.
• En el siglo XI la ciudad más grande de Europa era Córdoba con unos 450.000 habitantes y luego Palermo (Sicilia) con alrededor de 350.000. Londres tenía 25.000 y París 20.000.
• Gengis Kan (siglo XII) y sus mongoles eran analfabetos, no tenía idioma escrito, carecían de agricultura, ciencias o ingeniería. Ni siquiera horneaban pan. Sin embargo, dominaron la mitad del mundo conocido, incluyendo las ciudades más importantes de la época como Bagdad, Moscú o Damasco. Pero se asesoraron de los mejores intelectuales de las tierras conquistadas y produjeron mapas más precisos que los europeos, trataron de establecer un alfabeto universal y un calendario unificando el lunar de los árabes, el solar de los europeos y el ciclo de 12 años de los chinos.
• En la Edad Media Europa era primitiva, pobre y subdesarrollada en comparación con las civilizaciones china e islámica.
• Los regímenes de Stalin, Hitler y Mao causaron más muertes que las que se dieron en todas las principales batallas del siglo XX.
• En la religión calvinista, la entrada al cielo está predestinada desde el nacimiento, sin importar las buenas o malas obras de una persona durante su vida, si se arrepienten o no de sus pecados o si hacen o no penitencia. Max Weber interpretaba la característica de los calvinistas de ser grandes y austeros trabajadores como una creencia inconsciente en que el ser exitosos era un signo de que Dios los había escogido.
• Fernando el Católico descendía de israelitas por el lado materno. Los judíos que habían sido expulsados durante los siglos XIII y XIV de Inglaterra, Francia y Alemania buscaron refugio, principalmente, en España, tal vez el único país europeo que recibía a judíos y musulmanes con los brazos abiertos.