LIONEL MORENO GUERRERO | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Noviembre de 2011

¿Preparando la reelección?

 

Cuando Juan Manuel Santos hizo su campaña presidencial, la hizo basado en la obra de Álvaro Uribe, en la Seguridad Democrática que él, como Ministro de Defensa, había dirigido exitosamente. La suya era una promesa de continuar una política de firmeza. Poco tiempo después del 7 de agosto de 2010 el ex presidente Uribe comenzó, primero tímidamente, luego abiertamente, a criticar las políticas oficiales, le molestaba una actitud apaciguadora frente a Chávez. Santos olvidó la denuncia de Colombia ante la OEA, con coordenadas al apoyo, de los campamentos de la guerrilla en Venezuela, lo que el ex presidente Pastrana confirmó cuando afirmó que los Estados Unidos entregaron a Santos (cuando ministro) la ubicación de los jefes de las Farc en Ecuador y Venezuela (¿Timochenko volverá a Colombia para evitarle situaciones embarazosas a nuestro gobierno?). No insistió en un acuerdo con Washington para la utilización de algunas bases aéreas que Chávez y Correa había criticado. Entregó al narcotraficante Makled a Venezuela y no a los Estados Unidos. Sobre la incriminante información de los computadores de Raúl Reyes “hemos decidido pasar página”, dijo nuestra Cancillera. En retribución Chávez deportó a tres guerrilleros segundones, nos pagó algunas de las deudas morosas y “prometió” restablecer el comercio binacional. En resumen, la línea firme se abandonó por el apaciguamiento. En cuanto al recrudecimiento de la actividad guerrillera y una posible baja de guardia de las Fuerzas Armadas, lo que se ha negado, señalando las bajas de Jojoy y Cano, un reciente informe del Centro Seguridad y Democracia indica que “las acciones de la guerrilla se incrementan, los operativos de las Fuerzas Militares disminuyen y la mayoría de los indicadores de seguridad urbana se deterioran”, el secuestro aumento un 10% en 2011, hay más ataques guerrilleros que ofensivas militares, se incrementaron los ataques a la infraestructura petrolera. Esta situación la atribuye el informe a la desmotivación de los militares por “la abolición, en la práctica, del fuero militar”. ¿Tenía razón Uribe?

Ha dicho el presidente Santos que es de sabios rectificar, de acuerdo, el problema es que el sabio que debe rectificar demasiado deja de ser sabio. En diciembre 2010, doce días después de incrementar el salario mínimo en 3,4% (con una inflación de 3,17%), el Gobierno cambió la cifra a 4% por la protesta del vicepresidente Garzón. En febrero de este año, nuevamente por un reclamo de Garzón, el Gobierno, en un país donde cuesta más llevar las mercancías a los puertos que de allí a su destino final, desistió de cancelar la tabla de fletes de los transportadores, dejando en el limbo al ministro Cardona. Ahora vuelve el gobierno a capitular, esta vez frente a una presión estudiantil. Probablemente habrá cedido ante los cultivadores de cebolla que han paralizado las carreteras de Boyacá. ¿Mañana, ante quien? Un estadista no puede tratar de complacer a todo el mundo, aunque sea para abonar su reelección.