LIONEL MORENO GUERRERO | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Agosto de 2012

¿Derecha, izquierda o centro?

 

El convencimiento de Álvaro Uribe de que las políticas del actual gobierno vulneran los logros alcanzados durante su gobierno, en particular sobre la seguridad, la inversión y las políticas sociales, lo llevaron en días pasados a proponer la formación de lo que llamó una “coalición de convergencia” en el “Puro Centro Democrático” la que apoyaría a un candidato con una plataforma que, obviamente, incluyera dichos principios sociales, económicos y de seguridad.

Quiero referirme, no al contenido de dicho programa, ni a la estrategia con la que el presidente Santos quiere lograr sus metas, sino su utilización del término Centro en la denominación del movimiento. Muchos políticos quieren hoy ser situados en el “centro” del espectro político y no en sus extremos, como signo de moderación, de equilibrio racional. Los populistas más bien prefieren, en su mayoría, ser considerados en los extremos como indicación de compromiso total con una ideología. A Castro y a Chávez no les interesa ser tenidos por “centristas.” Pero, ¿qué es ser de derecha o de izquierda?

Cuando en 1789, durante la Revolución Francesa, los miembros de la Asamblea Nacional se sentaron, separados los unos de los otros, aquellos que apoyaban la monarquía y los principios religiosos, a la derecha del presidente de la corporación, y los revolucionarios, a su izquierda, nunca pensaron que estaban dando origen, no solo al Nuevo Régimen republicano, sino a una clasificación de las tendencias políticas que perduraría hasta nuestros días: la izquierda y la derecha, con muchos matices entre ellos, centro, centro-izquierda, centro-derecha, extrema izquierda, etc. De aquellos que se sentaron a la derecha en el hemiciclo francés y apoyaban la monarquía quedó la asociación, vigente hoy, de que son de derecha quienes patrocinan a los ricos y de izquierda los que respaldan a los pobres. Los que favorecen a la clase media, en el centro. Quienes invocan avanzar los derechos de los pobres pidiendo para ellos el control de los medios de producción (por medio del Estado) son llamados popularmente de izquierda y de derecha los enemigos de los cambios bruscos y que abogan por un Estado fuerte. Extrema izquierda se identifica con comunismo, izquierda con socialismo y extrema derecha con dictadura, derecha con conservatismo. No recuerdan que el nazismo (oficialmente Nacional Socialismo) y el comunismo eran socialistas en economía y totalitarios en política.

Hábilmente la izquierda ha logrado identificarse en el pensamiento popular con progreso, ideas de avanzada y asignado a sus oponentes conservadores las etiquetas de reaccionarios y autocráticos. A tal punto ha sido efectiva esta táctica que mandatarios defensores de la economía de mercado, conservadores por ideas y temperamento como Piñera de Chile y Santos temen contradecir a Chávez y sus aliados como se vio, por ejemplo, en los casos de Paraguay y Mercosur. No quieren ser tachados de derechistas. Uribe quiere ser “centrista” y Santos “izquierdista”. El mote importa.