LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 10 de Marzo de 2013

Tiberio Vanegas

 

 Su corto pero trascendental paso por el mundo del arte es la razón por la cual  la memoria del artista, escultor y pintor togüiseño, Tiberio Vanegas Pinzón, no puede ser sepultada por la indiferencia, la desidia y el olvido.

El artista  nació el 12 de  abril de 1937,  en el hogar de Braulio Enrique Vanegas Vargas y María Luisa Pinzón Noguera y fueron sus hermanos  Raúl y Eli. Se iba a ordenar de sacerdote y poco antes de lograrlo, se retiró, pero le quedó sembrada una inquietud artística y con esta incipiente vocación salió para Bogotá a estudiar Bellas artes en la Universidad Nacional, en 1954.

Su gran capacidad y creatividad lo llevaron a participar muy rápido en la exposición de jóvenes artistas en Cali y creó junto con María Thereza Negreiros, Jean y Mieke Bartelsman y Hernando Tejada, ‘El Grupo Taller’ o ‘Grupo de Cali’, a quienes muchos atribuyen el despertar cultural de la ciudad.

Regreso a Bogotá con sus obras para participar en la bienal pública de la avenida Jiménez con carrera Séptima, en 1959, bajo los auspicios de la alcaldía de  Mazuera Villegas.

Estuvo en Paris, Roma, Florencia, Atenas, Estambul y de allí paso a la India, en donde permaneció  tres años. Cuando logró salir de la India presentó sus obras en Londres, Niza, Caracas, México, Cuba, Nueva York, San Francisco y los Ángeles.

En 1970 visitó  a su natal Togüí y con su mente fresca y renovada regresó a  Paris y Londres, donde preparó las  exposiciones de  Cali, Cartagena y  el Colombo Americano de Bogotá.

Tiberio falleció el 27 de noviembre de 1983 en el fatídico vuelo 11 de Avianca llegando a Madrid, en el cual iban, entre otros,  Marta Traba, el ensayista Uruguayo Ángel Rama, el novelista Peruano Manuel Scorza, el escritor Jorge Ibargüengoitia y la novelista Rosa Sabater.

Sus obras quedaron esparcidas por el mundo.  Plinio Apuleyo, Clara Carvajal, Idamis Vargas y su hermano Elí conservan algunos de sus trabajos, lo mismo que la Universidad Nacional, el Museo de Arte Erótico y en la colección de arte de Avianca.

Los Togüiseños, los boyacenses y  los colombianos debemos rescatar la memoria y la obra de personajes que como Tiberio le dieron realce al arte y a la cultura