LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 6 de Enero de 2013

Fedecafé debe acabarse

 

Epígrafe

“Un jardinero que cultiva su propio jardín, con sus propias manos, une en su persona los tres personajes, de propietario, agricultor y obrero. Su producción, por lo tanto, debe rendirle la renta del primero, la ganancia del segundo y el salario del tercero”.

Adam Smith

 

La otrora flamante, emblemática y pujante Federación Nacional de Cafeteros, languidece y va camino a su desaparición.

Ya me había ocupado en otra columna de este tema  y seguí vigilante, mirando y analizándolo porque me interesan los cultivadores de café del país y de  mi Departamento Boyacá.

Y sin apasionamientos y viendo con calma el desarrollo de la Federación que antes ponía hasta presidentes, que los atendía a todo dar en el exterior, que era nuestra bandera e insignia en Europa, que atendía y llevaba de la mano a los cultivadores, claro está que con su propia plata generada con sacrificio y con el sudor de su frente, ahora es un esqueleto que deambula sin norte y sin rumbo por los diferentes  estamentos oficiales con una totuma en la mano pidiendo limosnas para tratar de subsistir y no desaparecer definitivamente .

Mientras tanto el cultivo y la producción decaen y los precios siguen deprimidos y no rentables para los productores por lo cual el Gobierno Nacional atendiendo la solicitud los cafeteros  anunció que triplicaba  el apoyo al Ingreso del Caficultor (AIC), el cual pasó de 20 a 60 mil pesos por carga de 125 kilos de café, para devolver un poco lo que durante décadas el gremio le dio al país y evitar el paro cafetero. 

Sería importante que el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz Ortega, haga un autoexamen y de pronto la restructuración de la Federación nazca de adentro y se reduzca a sus ínfimas necesidades dando más autonomía a los entes departamentales y permita que el verdadero dueño del grano se beneficie de su producción y no los burócratas o los dueños de las tiendas Juan Valdez. 

Con los resultados del 2012, los cafeteros  demuestran que no han sido atendidos ni apoyados como debe ser, en justicia histórica, se feriaron sus bienes como la Flota Mercante, ACES, el Banco Cafetero y ahora quieren pasarle por encima la locomotora de la minería, frente a lo cual debemos consolidar la  transformación productiva de los cafés especiales y ayudar al pequeño productor como Dios manda.

lorenarubianof@gmail.com