Carlos Marx, sigue siendo uno de los más influyentes pensadores e inspiradores de la corriente que lleva su nombre, pese a que sus revoluciones han fracasado en varias regiones del globo. El marxismo, es una doctrina que se fundamenta en la violencia, en cuanto trata de imponerse por todos los medios de manera dictatorial. En tanto fomenta el predominio de unos y el exterminio de otros. En la Unión Soviética, sirvió para justificar la dictadura de la nomenklatura sobre las fuerzas políticas y el resto de la población.
En nombre del despotismo marxista se han cometido y justificado los más horrendos crímenes. Cuba, en nombre del marxismo está sumida en la dictadura y la miseria desde mediados del siglo pasado, cuando llegó Fidel Castro al poder. Cuba, antes del asalto al poder, era uno de los países de mejores ingresos por cuenta del turismo y la venta de azúcar. Con Fidel se acaba el turismo y cae la producción azucarera. En tanto, el Che Guevara orienta la banca estatal y la producción, al desastre. Al punto que, con el tiempo, por cuenta de las hábiles negociaciones de Fidel, termina la Unión Soviética financiando a una Cuba en bancarrota. A su vez, Nikita Kruschev, con la crisis de los cohetes, en el juego diplomático, le arranca a Estados Unidos, el compromiso de no invadir la isla. Así que Cuba es la vitrina del fracaso revolucionario en nuestra región. Lo que no parece importarle mucho a cuantos votan por la extrema izquierda, ni a los que con su voto dieron el poder a Gustavo Petro.
El hoy presidente, como otros de sus compañeros de armas, que habían fracasado en el asalto del Palacio de Justicia, pero que le dieron un golpe terrible al sistema en dicha ocasión, renuncia a las armas y el terrorismo, puesto que ya no se trata de abrirse paso a tiros para llegar al poder. Con el secuestro de Álvaro Gómez van más lejos y el escabroso caso se convierte en el preámbulo de la negociación para que les borren sus pecados y puedan ingresar de lleno a la política. Nadie, ni las pitonisas más audaces, imaginaron que el famoso estadista sería asesinado y que uno de los combatientes de esos grupos subversivos llegaría a la presidencia de la República.
En el caso del estadista conservador, los caciques políticos de todo pelambre se reagrupan para impedir que el gran hombre llegara al poder, al tiempo que el establecimiento prefería negociar con segundones a tener un político que en encauzara el país y pusiera orden en todos los campos de la vida colectiva. Muy seguramente si Álvaro Gómez, hubiese llegado a gobernar, habría implantado el desarrollismo y llevado al país a crecer de tal manera que se habría dado un nuevo caso de milagro económico al estilo de Chile en su momento.
Cuando Álvaro Gómez combatía el Régimen había establecido que a éste pertenecían los políticos de diversas tendencias, los gamonales, los manipuladores de las elecciones, los traficantes de influencias, los contratistas de diversas tendencias que corrompen más a los políticos locales, lo mismo que los violentos y alzados en armas. Hoy vemos que el Régimen está más fuerte que nunca. Y sus agentes dispuestos a vender el alma con tal de seguir gozando del tráfico de influencias y los beneficios ilegales de los fondos públicos. En materia electoral, en parte por cuenta del sistema político imperante, dado que hoy tenemos una Constitución centro-federal. Circunstancia que aprovecha con suma habilidad la izquierda para hacerse del poder en las principales ciudades, incluido Gustavo Petro, quien fue alcalde de Bogotá. Entonces, como había pronosticado el Libertador Simón Bolívar, en 1812, cuando les dirige un memorial a los granadinos, en guerra civil por cuenta de la copia del sistema federal de los Estados Unidos, señalando todos los males que traería ese sistema al país, entretanto convocaba a un modelo centralista de gobierno democrático fuerte, para que evitar que se repitiera la crisis que había provocado la caída de la Primera República en Venezuela.
En cierta forma vemos que las circunstancias políticas se repiten de diversa manera y con distintos actores, con la diferencia que hoy los principales protagonistas pertenecen a comparsas de principiantes, de malevos como en el tango, siendo pocos los que tienen mentalidad de estadistas para entender que la única forma de tumbar el Régimen, es mediante la unión de todas las fuerzas de la democracia.
Mientras, vemos como el Régimen se descara, ahora en manos de un neo marxista, reparte abiertamente dinero entre los jóvenes, los adultos mayores, las amas de casa y todos los que puedan votar por la extrema izquierda.