Continuando nuestro acercamiento a “luces y sombras” que emergieron de la historia de los humanos, y deteniéndonos, aún, en aspectos notables que aparecen en Europa, saquemos, más lecciones para el futuro. Comentado ya algo de lo positivo en Roma, en Italia, y Francia, está bien referirnos a detalles de Alemania, al centro de Europa, País que, con magníficos aportes científicos, con sus rebeldías ideológicas, y caudillismos desbordados, ha puesto a temblar al mundo.
Allí esta Albert Einstein (1870-1955), físico alemán de origen judío, a quien Suiza, Austria y EE. UU dieron nacionalidad. En el fondo fue pacifista, y solo contribuyó a los avances hacia la bomba atómica, por el temor de que saliera primero en la Alemania de Hitler. Pero no fue Einstein el autor principal de esa bomba, sino el estadounidense Robert Oppenheimer (1904-1967), director científico en Manhattan, con primera definitiva experiencia en Nuevo México el 16-07-1945, un mes antes del lanzamiento a Hiroshima y Nagasaki. A su muerte se ha estudiado su cerebro, en busca de causas de su inteligencia.
Alemania sufrió los desastres de las dos guerras mundiales del Siglo XX, fruto de la soberbia de los contrincantes, con millares de muertos en Europa y Japón, pero con el correr de los años con notable recuperación, con figuras en su dirección de tantas cualidades, como Cancilleres Konrad Adenauer (1876-1967), y Ángela Merkel, nacida en Hamburgo en 1954, y en gran cargo desde el 2005, por 16 años, hasta 2021.
Lutero, Marx, Hitler, son nombres que saltan a la mente al hablar de Alemania por su gran resonancia en el panorama mundial, con encontrado pensamiento en torno a cada uno de ellos, con admiración o espanto, lo negativo, en gran parte subsanado con los valores arriba recordados. A su vez son santos que exaltan a Alemania: S. Bruno, de gran influjo en vida monástica, y, en catedra universitaria, S. Alberto Magno.
Muy unida a Alemania está Austria, con Schubert, casi coetáneo del alemán Beethoven con exaltación de sus países en el campo musical. También Hungría, de gran recuerdo por S. Esteban Rey, y (825-1038), por su heroica resistencia a la dominación comunista rusa en 1956, y el martirio ejemplar, del Cardenal József Mindszenty (1892-1975).
España y Portugal, son nombres que resuenan en la historia por su literatura, con el gran Cervantes (1547-1616), y Luis Camöes (1524-1580). En la mística con Santa Teresa de Jesús y S. Antonio de Padua, nacido en Lisboa. Vino el flagelo de España por el gobierno Comunista de Manuel Hazaña (1936-1939) con centenares de mártires cristianos, y la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), con nacimiento de nueva República con el Rey Juan Carlos I (1971). Al hablar de España es de mencionar su presencia en Filipinas, desde 1565 hasta 1898, cuando EE. UU le gana guerra y entra a dominarla hasta 1916, cuando se le da alguna autonomía, en 1946, y, se declara su Independencia. Fue Carlos V, quien inicio ese dominio con mirada evangelizadora.
Los dominios de Portugal, son significativos tanto en Brasil como en África, con aportes culturales y religiosos. Las apariciones de la Virgen, en Fátima (1917), han llevado, también, al mundo, su recuerdo y admiración.
*Obispo Emérito de Garzón
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