MARÍA ANDREA NIETO ROMERO | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Octubre de 2011

Temas Varios
El  legado de Steve Jobs en mi vida: Mi primer contacto con un computador fue a la edad de 9 años, en el consultorio del Oftalmólogo que nos atendía a mi hermana y a mí. El Dr. Francisco Gutierrez estaba jugando golf en su Macintosh. Las gráficas eran grises, blancas y negras y como en mi familia hemos aprendido a jugar golf
después de aprender a caminar, esa cita con el Oftalmólogo fue muy divertida.
Recuerdo que salió del consultorio y me dijo, trata de meterla al hoyo. Yo que
había estado observando cómo se movía el muñeco en la pequeña pantalla del
computador, no supe cómo hacer que la “flechita” se desplazara. Lo único que
hacía era oprimir los botones del “mouse” pero la flecha no se movía. Ese fue
mi primer contacto con un Mac y desde entonces he sido una fiel usuaria de la
manzana. Además al finalizar las cátedras de Economía que dicté en mis años como
docente, les solía presentar a mis alumnos, el último día de clase el discurso de
Jobs haciendo incapié en mi cita favorita, “stay hungry, stay foolish”.

La angustia por Bogotá: La verdad me aburre opinar sobre los resultados de
las encuestas. Me parece absurdo que Gustavo Petro tenga una opción real de
llegar a la Alcaldía con el mismo discurso de Samuel Moreno, aunque le suene
más “inteligente”. Me desespera Enrique Peñalosa acompañado de Uribe y
megáfono en mano como si estuvieran en plaza de pueblo. La nueva alianza de
otro “largo plazo” entre Mockus y Gina no la soporto y me entristece que el mejor
candidato de todos, David Luna, no avance en las encuestas. Y desde la perspectiva
de género me cuestiono por qué no simpatizo con la única mujer que hay en la
campaña. ¿Por qué me genera tanta resistencia Gina, si es juiciosa, preparada y
honesta? Creo que la respuesta es que en su modo político es tan masculina con el
resto de sus compañeros y que su sensibilidad femenina no se percibe por ninguna
parte. En cambio, me parece que David es el candidato más sensible frente a la
problemática de los niñas y niños y de sus necesidades, es decir de los futuros
ciudadanos/as. Y con tristeza me pregunto ¿cuándo será que va a aparecer en la
política colombiana una mujer que cuando hable no parezca histérica, ni bruta, ni
regañona y que no le de pena hacer política como una mujer? Algo así como una
Steve Jobs, ¿será mucho pedir?