MARÍA CLARA OSPINA | El Nuevo Siglo
Miércoles, 17 de Septiembre de 2014

Palenquera de lienzos

 

Hace unos años escribí el poema Palenquera de Lienzos, dedicado a la artista Ana Mercedes Hoyos, el cual se publicó en el libro: Entre la Lumbre y el Agua. A ella, personalmente no la conocía, pero su obra me había cautivado desde mi adolescencia.

La inmensidad de sus colores y volúmenes, la franqueza de sus lienzos, sus Atmósferas, sus bodegones, los delantales de tafetán y los moños con que los anudan a sus cinturas las niñas de San Basilio de Palenque, tan bellamente destacados por ella, siempre deleitan y seducen. Aun, algo tan simple como un racimo de bananos atrae nuestra mirada e intriga nuestros sentidos.

Maestra del origen de las raíces de nuestra Colombia, como nadie captó la esencia de los descendientes de los esclavos, de ese Caribe ardiente que nos quema las venas, de esa mezcla de razas que somos, aunque pretendamos ignorarlo.

En su obra se presiente la fuerza, el ritmo y la cadencia del África, acomodados y amoldados a América. La piel negra irradia toda su belleza y contrastes. Sus pinceles captaron el repicar de los tambores y los cascabeles hechos con semillas y cuencos de totumos secos. En sus cuadros se presiente el vaivén de las caderas de las palenqueras coronadas con palanganas repletas de frutas, el andar de las niñas de Palenque, el juego de los futbolistas y el temple de los músculos de los boxeadores.

El dulzor de los mangos y las papayas radiantes de sus lienzos se pega a nuestros labios y los extraordinarios ojos de las guacamayas, intrigantes y atentos, en sus inmensos óleos, nos espían.

 Ana Mercedes se ha ido, pero su muerte es solo un mito, el brillo de sus negros y negras, tan auténtico y bondadoso, sin excusas ni remilgos; el azul de sus cielos y sus mares, el amarillo poderoso de sus bananos y el rojo desenfadado de sus sandías la mantendrán ante nosotros, indeleble.

Conoció mi poema y bondadosa me permitió usar uno de sus cuadros como carátula para mi poemario. Años después, me permitiría usar otra de sus obras, en el libro, Lenguaje de Maderas Talladas,  publicado por la Universidad Externado de Colombia en la colección Libro por Centavo.

Hoy quiero recordarla con mi poema, corto en palabras, corto en homenaje a su gran amor por lo nuestro, corto en palabras para describir la gran artista y la interesante mujer.Quiero enviar un mensaje de cariño y condolencia a su esposo y a su hija, a la comunidad de artistas, a sus compañeros y amigos.

Palenquera de lienzos: Trópico de bananos/y sandías. /De dónde/ las niñas/ tan almidonadas.../ Son/ perlas negras/ de San Basilio de Palenque. / Son… / son de bullerengue / y/ delantales de tafetán/ anudados en moños. / El color se apodera/ de cada trazo/ de cada movimiento/ tan fértil/ como el vientre/ de una mujer preñada./ Trópico/ de palanganas/ exuberantes/ en néctares, esferas/ y ángulos./ Ana Mercedes plena/ de guacamayas/ y/ dádivas.