El título hace alusión al concepto detrás de la escenografía usada por Sodastéreo en la gira de su disco Nada Personal en 1985. Una especie de hall de entrada a un ministerio de la nada… ¡wow!

Es una frase que también me produce un gran vacío por la inmensa realidad que representa.

El título es tan vacío y filosófico como el ideario de 60 puntos del candidato Alejandro Gaviria Uribe.

Un ideario de la nada podría decirse pues hay muy poca idea concreta.

Salvo algunas menciones expresas, como la que hace a la Sierra de Chiribiquete y que está más cargada de sentimentalismos que de estrategias reales, no hay nada concreto.

Me trajo a la mente un disco de Charly García de 1991 que se llamaba Filosofía Barata y Zapatos de Goma. El disco sí es muy bueno.

El ideario de Gaviria Uribe tiene más forma de proyecto de reforma a la Constitución que de estrategia real y concreta para enfrentar la coyuntura actual de Colombia.

Son un conjunto de ideas que vaya uno a saber si se pueden aterrizar de la nebulosa filosófica planteada por Gaviria Uribe.

O ¿en qué consiste “la sacralidad de las conexiones de la naturaleza”?

Vivimos tiempos muy difíciles que requieren acciones reales inmediatas y no filosóficas. Por ejemplo, la inseguridad, el hambre, el desempleo y el narcotráfico.

Chiribiquete puede ser un lugar sagrado para los ambientalistas, pero Colombia enfrenta unos fenómenos gravísimos que no pueden ser enfrentados desde el noúmeno - para que lo entienda Gaviria Uribe - desde la perspectiva de Kant.

El ideario de Gaviria Uribe me hace pensar en los derechos fundamentales de quinta generación.

Estoy de acuerdo con la superación del paradigma jurídico antropocéntrico y darle paso al biocentrismo pues me gustan mucho los animales y la naturaleza.

Pero esto dejémoslo a los países nórdicos no a la Colombia del postconflicto, la postpandemia, el nuevo narcotráfico, las nuevas Farc, los fundamentalistas elenos, delincuencia común, pobreza y los problemas socio económicos de Colombia.

Hay que solucionar estos problemas antes de pensar en la filosofía.

¿Por qué no enfocarse en proyectos concretos como por ejemplo convertir a San Andrés y Providencia en un gran destino turístico de talla mundial?  

O sacar de la pobreza al Chocó, La Guajira, Cauca, Córdoba, Magdalena, Norte de Santander, Cesar, Huila, Nariño y Sucre.

Departamentos en los que según el DANE y Fedesarrollo la pobreza monetaria aumentó el 35,7 % el año pasado es decir la pobreza superó la mitad de la población.

Gobernar no es educar como afirma Gaviria Uribe. Gobernar debe consistir en una obligación de resultados y no de medios.

Gobernar implica tener los pies en la tierra. Gerenciar y no filosofar. Entender los problemas reales y enfrentarlos con estrategias concretas y resultados.

Colombia no necesita más genios que desde niños soñaban con ser presidentes y la gente les dice que son inteligentísimos. Colombia no puede seguir siendo el objetivo de los ególatras.

juanfelipereyes@hotmail.com