MONS. LIBARDO RAMÍREZ GÓMEZ* | El Nuevo Siglo
Domingo, 4 de Marzo de 2012

A propósito de la Carta del 91 (XXX)

 

 

Culminando la época en la cual las figuras de Núñez y Caro cubren el panorama nacional (1884 a 1898), surge otro binomio de personajes ilustres pero de provecta edad, Manuel Antonio Sanclemente (84 años) y José Manuel Marroquín (71 años) elegidos Presidente y Vicepresidente con tinte “conservador-nacionalista” (1898-1904). En el período de estos dos meritorios ciudadanos, pero ya cargados de años, hubo grandes incidencias por la diferencia de pensamiento, en especial entre sus electores. Esas pujas entre quienes apoyaban al Presidente o al Vicepresidente, y la salud quebrantada de Sanclemente, que se ausentaba por ello de Bogotá, trajeron desorganización gubernamental y despertaron ambición de mando del partido liberal auspiciando la “guerra de mil días” (17-10-99 – a 12-07-02).

No eran cambios constitucionales sino ambición de gobernar cuanto animó aquella guerra que costó más de 100.000 muertos, con fieros combates como el de “Los Obispos” (12-99) y Peralonso (12-99), con presencia de los generales Rafael Uribe Uribe y Benjamín Herrera y triunfo de esa fuerzas rebeldes y proclamación del general Gabriel Vargas como Presidente provisional y supremo director de las fuerzas liberales. Vino luego la cruenta batalla de Palonegro (20-05-00), con decisivo triunfo de las fuerzas leales al gobierno dirigidas por el general Próspero Pinzón. La guerra se prolongó hasta el 02 de junio de 1902 detenida por el tratado firmado en el barco Wisconsin entre los generales Benjamín Herrera y Nicolás Pinzón, y en Chinácota por el general Ramón González Valencia y jefes revolucionarios.

En medio de los años de guerra el 31 de julio de 1900, sucedió en el gobierno el “golpe pacifico” por medio del cual asumió el vicepresidente Marroquín como presidente, hasta 1904, siendo recluido Sanclemente a vivir en Villeta desconectado totalmente del mando. Debilitado el país por la devastadora guerra debió afrontar las dificultades creadas en Panamá, provincia que desde su independencia (1821) se había unido a la Nueva Granada, en donde fracasó la construcción de estratégico canal iniciada en 1880 bajo contrato entre Colombia y Francia, ante lo cual separatistas panameños entraron en acuerdo con los Estados Unidos para acoger un contrato que con ese país había rechazado el Congreso de Colombia. A cambio de que los respaldaran militarmente en su propósito de independizarse de Colombia, aceptaron allí ese tratado con el país del Norte. Fue el 3 de noviembre de 1903 cuando el gobernador de Panamá, José de Obaldía, con apoyo del jefe de las tropas locales, proclamó a Panamá República Independiente. El gobierno de Colombia organizó un gran ejército, comandado por el general Rafael Reyes para intentar recuperar el Istmo, pero ante la fuerza de poderío americano que respaldó y propició esa separación se consideró inútil llegar a enfrentarlos.

Al culminar el período para el cual fueron elegidos Sanclemente y Marroquín (1898-1904), con mando del segundo desde 1900 (31-07) fueron elegidos Presidente y Vicepresidente los generales Rafael Reyes y Ramón González Valencia para el período de 1904 a 1910. Reyes nacido en Santa Rosa de Viterbo, en Boyacá (1850), había forjado importantes empresas familiares, y luego se destacó en las filas del Ejército, con triunfos en las guerras a favor de los gobiernos legítimos como en Panamá (1885) y en Enciso (1895). Llegado Reyes al gobierno, bajo el lema “Paz y Concordia. Menos política y más administración” emprendió obras en grande en cuanto a carreteras y ferrocarriles, explotación de minas y mejoras notables en lo educativo y en el Ejército. (Continuará).

monlibardoramirez@hotmail.com

*Presidente del Tribunal Ecco. Nacional