“Algo que es preciso afrontar con decisión”
LA FAMILIA Y EL MATRIMONIO
Filial respeto a documento papal
“EL Señor Jesús Juez Clemente”, titula el Santo Padre Francisco nuevo documento (08-09-15), con miras a mejorar la atención a fieles hijos de la Iglesia que tienen grave dificultad en su situación matrimonial por haber recibido ese gran Sacramento en condiciones que han podido hacerlo nulo. Es paterna atención del Papa, y de la Iglesia toda, conformado por todos los bautizados, hacia estos hermanos nuestros sumidos en calamidad familiar, igualmente atendible a otras que sobrevienen.
Se pone de manifiesto que las determinaciones en él contenidas “dejan en firme el principio de la indisolubilidad del matrimonio”. Es en defensa de que las familias se inicien con vínculo matrimonial válidamente asumido, y se determine, con justicia y verdad, su validez ante dudas de ello. Todo en defensa de la sagrada institución familiar, según la Constitución Gaudium et Spes del Vaticano II (No. 48), asumida por el Código Canónico (C.1055), tiene como finalidad conformar una “alianza” por la que varón y mujer constituyen entre si un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges, a la generación y educación de la prole”.
Lo anterior es lo básico de este “Motu Proprio”, con reformas concretas que faciliten los trámites en procesos matrimoniales, pero sin mengua de la verdad y la justicia. No se puede centrar lo relativo a estas determinaciones pontificias en algo con referencia a ellas como es lo de “gratuidad”, de que habla el documento, que amerita explicación por la interpretación no precisa que se ha querido darle. Lo expresado, textualmente es que se asegure esa “gratuidad” en los procesos como fruto de “una Iglesiaque debe aparecer ante sus fieles como madre generosa en asunto tan estrechamente ligado a la salvación de las almas, y que ponga de manifiesto el amor gratuito de Cristo”.
Presenta, así, el Papa, algo que es preciso afrontar con decisión, pero, advierte, también, que hay que tener en cuenta, “una justa y digna retribución a quienes laboren en los tribunales”.Hay deber ante los solicitantes de declaración de nulidad, pero, también, ante quienes consumen tiempo y vida en esa labor judicial. A las Conferencias Episcopales corresponde afrontar esa doble respuesta, con búsqueda de recursos, en la que estarán implicadas las jurisdicciones eclesiásticas que acudirán al aporte de sus fieles, que en naciones, como Colombia, en donde no hay subvenciones estatales ni riquezas en las entidades eclesiales. Hay qué tener presente que Iglesia no son solo sus pastores, sino también los laicos incorporados a ella por el Bautismo.
Ha quedado en claro, al aplicar lo querido por el Papa, que los fieles laicos, miembros vivos de la Iglesia, han de cooperar en ella en la que tienen derechos pero también deberes (C. 208). Ante la necesidad de recursos para la tarea de atención a las causas matrimoniales, los pudientes que piden este servicio están llamados, como deber de bautizados, a contribuir a los gastos en sus propias causas, y aportar para que la debida “gratuidad” sea efectiva con los de escasos recursos.
Todo el contenido del documento lleva a una ilustración sobre lo que es la Iglesia, la importancia de la familia y del matrimonio, la necesidad de él para conformar hogares con estabilidad, así, como obligaciones de los pastores y de los fieles de atención a las causas matrimoniales. Así, acatamos con filial respeto la voz del Papa,con fiel interpretación de ella, también en cuanto a la “gratuidad”, con responsabilidad que se cumpla con colaboración de todos los fieles hijos de la Iglesia. No somos en nada opuestos a las directivas del Santo Padre, sino llamados a fiel interpretación de ellas. Hay qué buscar solícita aplicación de este nuevo documento asumido con amor en lo que se centra nuestro amado Papa Francisco.
*Expresidente Tribunal Ecco. Nal.