Como en varias columnas en este matutino y el pasado miércoles 23, en El Tiempo, me he referido a La Mojana, varios, de entre mis pocos lectores, me han solicitado más datos sobre esa mítica región, cuna de los zenúes y agobiada por inundaciones y sequías periódicas que la han relegado al subdesarrollo. Lo intentaré al vuelo de las teclas del computador.
La Mojana es la región comprendida entre la margen izquierda del Brazo de Loba, río Magdalena, la margen izquierda del rio Cauca desde Colorado, Ant, hasta su desembocadura en el Brazo de Loba, y la margen derecha del Rio San Jorge, desde la Ciénaga de Ayapel hasta su desembocadura en el Brazo de Loba. Hace parte de la Depresión Momposina y alberga una población cercana a los 450 mil habitantes distribuidos en 11 municipios de 4 departamentos, así: Nechí, Ant; Magangue, Achí, y San Jacinto del Cauca, Bol; Ayapel, Cord; y, Sucre, Majagual, Guaranda, San Marcos, Caimito y San Benito Abad, Sucre. Su extensión es de 1´086.900 has.
En la historia de nuestros días todo empieza con el Programa de Desarrollo Sostenible para la Región de La Mojana,F.A.O-DNP2002, resultado del acuerdo de cooperación entre la F.A.O. y el gobierno de Colombia, que suscribí el 15 de enero del 2001 como embajador ante esa organización. En los gobiernos Pastrana y Uribe se adelantaron con diligencia importantes obras. Luego, electo Presidente Juan Manuel Santos, los ministros Juan Carlos Echeverri, Hacienda; Juan Camilo Restrepo, Agricultura, y Hernando José Gómez, DNP, me pidieron que impulsara el tema en Planeación Nacional. En junio del 2012 se contrataron con la Universidad Nacional de Colombia los “Estudios, Análisis y Recomendaciones para el Ordenamiento Ambiental y el Desarrollo Territorial de La Mojana” (abril2012).
Pasó, entonces, el Proyecto Mojana al Fondo de Adaptación, desde donde se adelantaron investigaciones y estudios robustos y pertinentes. Con esa relevante información se estructuró “El Plan de Acción Integral para la Reducción del Riesgo de Inundaciones y Adaptación al Cambio Climático en la Región de La Mojana”, que propone cinco alternativas de solución, imposibles de reseñar en esta columna. He insistido en que la quinta de esas alternativas es respuesta integral a los seculares problemas mojaneros, puesto que prevé las condiciones de sequía y contempla compuertas para el control del agua “incluso en épocas de caudales bajos”.
Veamos la síntesis de esa macro-solución: “…el programa de recuperación de las dinámicas ambientales estará organizado alrededor de tres componentes. El primero parte de la restauración del ecosistema de humedales… el segundo consiste en recuperar el sistema de caños principales del Cauca San Jorge. El tercero busca adelantar unas serie de intervenciones que permitan la conectividad entre el rio Cauca y la planicie de inundación…”.
El reto para el Fondo de Adaptación es grande y no puede eludirlo. Asimismo, lo obliga a revivir vínculos con el Gobierno de Holanda para utilizar el Memorando de Entendimiento (diciembre2011) que hace referencia a la “Cuenca de los Ríos Cauca y Magdalena específicamente en el Distrito de Agua Blanca, en La Mojana y Canal del Dique”. Debe hablarse, también, con la F.A.O., cuya política de Seguridad Alimentaria es la apropiada para cumplir el viejo sueño de La Mojana de ser la gran despensa nacional.