Comienza una nueva etapa administrativa municipal en Colombia, más de mil alcaldes se posesionaron este 1 de enero y dentro de ellos cobra mucha expectativa las ciudades capitales, comenzando por Bogotá, la más grande y compleja.
El nuevo alcalde Carlos Fernando Galán, persona bien capacitada y con experiencia política distrital, ofrece una valida esperanza para resolver los enormes problemas que acechan a la capital de la República, dentro de ellos la seguridad, la movilidad, el desarrollo, la cultura ciudadana, la gente, el trabajo y, en fin, tantos problemas que lo llevarán a un intenso trabajo de cuatro años, afortunadamente es persona joven con los bríos necesarios para lograr un gran avance.
En Medellín se posesionó Federico Gutiérrez, otro alcalde experimentado quien ya había manejado esa ciudad y su departamento. Llega oportunamente a corregir la nefasta administración del alcalde saliente y volver a llevar a esta ciudad al lugar de progreso que le corresponde. En Cali, Alejandro Éder ingresa como la esperanza de recuperar la ciudad azotada por la corrupción, violencia, atraso y abandono, el anterior alcalde terminó suspendido. Bucaramanga recibe con esperanza a Jaime Andrés Beltrán, persona de carácter firme que promete devolver la seguridad y avance de la ciudad. En Cartagena el pueblo eligió a Dumek Turbay, quien ha hecho un llamado a toda la ciudadanía para corregir el mal momento que está pasando la ciudad turística por excelencia de Colombia y para ello plantea una estrategia integradora con el fin de acabar la prostitución, el comercio de drogas y las estafas a los turistas entre otros males.
Tunja entra en expectativa con su nuevo mandatario, Mikhail Krasnov un ruso que llego a vivir a Colombia y se nacionalizó, un hecho inédito que ofrece mucha esperanza en el avance de la capital boyacense. Y, finalmente, en las ciudades elegidas en este artículo está Barranquilla, la ciudad modelo de Colombia, donde asume Alex Char un extraordinario alcalde comprometido con su ciudad, a quien en sus anteriores administraciones se le debe el gran avance de la misma y a sus posteriores mandatarios de la misma corriente.
Desde luego que en muchas otras ciudades y pueblos han asumido nuevos mandatarios que trabajarán en beneficio de su gente, pero lo significativo de todo esto es que mientras el gobierno nacional en más de un año no ha hecho nada positivo, aparte de anunciar subsidios con la intención de captar gente para su propósito, ofrecer garantías y favorecimiento a los delincuentes, a nivel regional el país se la juega con los nuevos gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, quienes ofrecerán una cara esperanzadora para la protección y progreso de nuestro país.
Ante la apatía y desesperanza justificada de mucha gente por el pésimo gobierno nacional, con más del 70% de desaprobación, surge la esperanza de un gran número de nuevos mandatarios de corrientes políticas y cívicas diferentes a las del gobierno central, para que el país pueda resistir estos dos años y medio que restan de este mal presidente y así contener el desastroso camino a donde nos quiere llevar. Por eso ¡nuevos alcaldes, nuevas esperanzas!