ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 7 de Octubre de 2014

El mínimo

 

Inicia  nuevo ciclo de concertación para definir reajuste del salario mínimo en Colombia para 2015, en momentos en que al país no le va mal y la economía marcha bien. Hay varios ingredientes este año para conciliar un buen arreglo entre Gobierno, patronos y centrales obreras, partes que comienzan a barajar cartas del aumento salarial teniendo en cuenta inflación corrida, proyectada y ganancias por productividad. El buen desempeño de producción industrial, ventas, exportaciones, facturación e inversiones en capital de trabajo y modernización de factorías, además de creación de nuevas empresas según registros mercantiles, despejan el camino para un incremento ‘decente’ del mínimo para 2015.

A los bancos les va bien, su margen de ganancia les favorece, se han capitalizado, muestran buenos índices de solvencia patrimonial, la cartera crece bien y se mueve la bancarización. Podrían dar una mano en incrementos de salarios acordes con su dinámica.

Al comercio le va mejor este año que el anterior en ventas, pedidos, rotación de inventarios y facturación en efectivo y dinero plástico. Buen síntoma para ayudar a acordar un salario justo para trabajadores. Hipermercados, grandes superficies, almacenes de cadena, bares, restaurantes, salones de belleza, fabricantes de calzado, confeccionistas, concesionarios y ensambladoras de vehículos, muebles y electrodomésticos, aerolíneas, agencias de viaje, hoteles y aerolíneas, pasan un buen año en ventas, producción y facturación. Buen punto para el mínimo.

A empresas exportadoras que se benefician con tratados de libre comercio y tienen acceso a financiación en pesos y en dólares, no les va mal y podrían contribuir en remunerar bien el salario de sus trabajadores el próximo año. A firmas transportadoras de carga de mercancías y pasajeros por carretera les va relativamente mejor este año que el pasado. Gozan de mayor seguridad y mejor movilidad, equipararon gastos-costos y sus utilidades son algo mejores hoy. Otro ingrediente para un aumento justo del mínimo.

Tras marchas campesinas y rebeliones que surtieron billonarios dividendos, propietarios del campo disponen hoy de mejores condiciones para producir y comercializar cosechas con precios asequibles y acceso al crédito. Significa que hay condiciones para valorizar mejor el salario mínimo de trabajadores campesinos. Sobrevivir hoy con un básico mensual de $ 616 mil causa estrés. Flaco ingreso para canasta familiar tan gorda. Equivale a un tiquete ida y vuelta a Cartagena, sin hotel. Alcanza para un Smartphone de baja gama en pospago. Apenas para cancelar matrícula y pensión en el inicio de actividades escolares o de colegio.

Aguantar con $ 616 mil mensuales es admirable, pero también durísimo en un país donde asalariados declaran renta. Arriendo mensual de vivienda en barrio popular cuesta $ 450 a $ 500 mil. Y faltan servicios públicos y alimentación. ¿Y el resto? ¿Cómo se paga?