Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Diciembre de 2014

MIRADOR

Esa manía

Como  es mala costumbre, diciembre llega con licencia para que algunos sujetos, empresas y comercios, hagan de las suyas con el consumidor final. Nadie ha dado la orden, pero hay quienes por tradición navideña, aumentan precios finales de ciertos servicios y productos básicos. Tienen carta blanca para abusar. Cada fin de año, por estos días, abundan descaros contra el bolsillo de ciudadanos.

¿Quién autoriza a empresas transportadoras de pasajeros por carretera a elevar precios de tiquetes? Nadie, por supuesto. Los viajeros que inician sus salidas de pueblos y ciudades se encuentran en terminales de transporte con que un pasaje que costaba 40 mil pesos, ya vale de 55 a 60 mil pesos. También absurdos como que algunas empresas de servicios públicos municipales incrementan las tarifas por esta temporada, sin explicación al usuario. Las alzas en tarifas de servicios públicos comienzan a regir cuando se oficializan las mismas, no cuando a un administrador le parece.

Artículos de la canasta familiar sufren igual trato. Las carnicerías suben precios porque es Navidad y luego por año nuevo. ¿Quién ha autorizado alza en precios de la carne? Nadie, solo algunos expendios porque viene Navidad. Sucede lo mismo con no pocos productos básicos de la canasta familiar que ven encarecer sus precios sin justificación.

Gobierno tiene el compromiso de estar vigilante para evitar aumentos en la canasta familiar y servicios públicos en varias poblaciones donde impera la ley del que puede.

Frente a otros aumentos propios de la temporada nada que hacer y poco que decir. Los tiquetes aéreos ya son impagables en muchos casos por obra y gracia de Navidad y año nuevo. Viajar en avión no es fácil por estos días y más complicado la semana entrante. Las tarifas suben como espuma cuando aumenta demanda, es decir, cuando la gente quiere y necesita volar. Aerolíneas dicen que es cuestión de oferta-demanda y de comprar con anticipación cupos.

No conozco ninguna gran superficie que incremente sus precios con excusa de navidad. Comercio organizado es solidario con el consumidor, ofrece saldos a precios favorables, liquida inventarios y da descuentos atractivos en últimas tendencias. Las tiendas de barrio en su mayoría hacen lo propio. Mantienen precios de abarrotes y le siguen fiando al vecino, no importa que venga Navidad. Nada peor que tomarse como suya la autoridad que le compete al Gobierno.

Ajustes en salario mínimo, arriendos, servicios públicos, alimentos, seguros, medicamentos, taxis, buses urbanos e intermunicipales, no se han dado. Solidaridad y responsabilidad. Prácticas de buen Gobierno. No cometer abusos contra el consumidor. No burlar ni robar al usuario. Cobrar lo indebido es una estafa que típica delito y cierre del negocio.

Sin licencia para abusar.