Propietarios
Igual que el nuevo enfoque anunciado por el presidente Santos para darles vivienda digna a los más pobres del país, podría adoptarse una estrategia similar para que más colombianos sean propietarios.
Sería como darle la cuota inicial a una familia para que constituya su propio negocio, productivo y acorde a las necesidades y posibilidades del país. Que asuman el rol de propietarios.
Suena bien lo de darle casa propia a tanta gente, más de diez millones de personas, que viven al filo de pobreza absoluta. También sonaría ayudarle financieramente a miles de colombianos que hoy quieren montar su empresa, pero no saben cómo o no tienen acceso al crédito.
Podría constituirse un fondo de economía mixta, nutrido con recursos del Gobierno, fundaciones como Grupo Santo Domingo, ONG internacionales, el BID, la CAF, universidades y la industria, con miras a auxiliar a quienes califiquen para crear empresa.
Antes de la crisis hipotecaria, algo hizo EE.UU. en esa materia. Anterior al derrumbe del sistema monetario en la zona euro, España, Inglaterra, Italia y Alemania, habían dado oxígeno económico a sus ciudadanos y residentes para que abrieran negocios.
Por un lado se les permite a los hogares más necesitados generar sus propios ingresos y puestos de trabajo.
Esta política social sería redistributiva del ingreso y de paso le quitaría al ejecutivo algunas cargas de asistencialismo y subsidios, fuera de foco en nuestros días.
Sería indispensable una decisión política audaz y sin vacilaciones por parte del Gobierno y el sector privado. El programa incentivaría la inversión privada, pues una familia con un capital semilla se vería comprometida a impulsar su propia empresa a través del crédito comercial.
De la misma forma como se van a clasificar los beneficiarios para cien mil soluciones de vivienda con apoyo financiero del Gobierno, habría que hacer un riguroso plan de selección de usuarios sujetos de esa ayuda, emprendedores, jóvenes universitarios, estudiantes del SENA, padres de familia y madres cabezas de hogar.
El Gobierno tendría la responsabilidad de darles acompañamiento a las familias beneficiarias para que emprendan proyectos productivos que requiera el país. Unidades de producción que estén a tono con la globalización y los TLC.
Plata es lo que hay para financiar el desarrollo. Inversión es lo que requiere el país para producir, exportar, facturar más y crear nuevos empleos.
Son muchos los micro, pequeños y medianos empresarios que necesitan respaldo para expandir, modernizar y ser competitivos.
La mayoría de Mipymes hoy son viables gracias al Fondo Nacional de Garantías, el cual les sirve de fiador para que puedan acceder al crédito bancario. Este año el FNG proyecta brindar avales a 500 mil colombianos con préstamos por $ 8.3 billones.
Hora de darles a los más pobres su pedazo de patria.