Este fin de semana se generó una de las noticias económicas más relevantes del año. La firma de un acuerdo de libre comercio entre 15 países de Asia - Pacifico denominado Asociación Económica Integral Regional (RCEP), que involucra poderosas economías como China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Este acuerdo se consolida como el pacto comercial de mayor alcance en el planeta, toda vez que representa el 30% de la población mundial, cerca del 30% del PIB global, y le apunta a eliminar el 90% de los aranceles a las importaciones entre los países que lo suscriben, durante los 20 años posteriores a su entrada en vigencia, además de crear reglas comunes para el comercio electrónico.
La cuenca del Pacífico constituye hoy el principal motor de crecimiento global, con grandes oportunidades para Colombia, que ha sido el país de la Alianza Pacifico que menos ha profundizado sus relaciones comerciales con mercados asiaticos. Esto, por supuesto, se puede revertir y convertirse en uno de los objetivos prioritarios de la política exterior colombiana, con la finalidad de propiciar que productos agricolas y agroindustriales tengan nuevos mercados dónde comercializarse, al igual que impulsar el desarrollo de zonas del país con vocación agrícola e industrial, avanzando en la necesaria diversificación de la oferta exportable colombiana, hoy fundamentada en las exportaciones minero- energéticas.
La integración de Colombia con el mercado de Asia-Pacífico supone un esfuerzo enorme, que implica mejorar la conectividad del pais con estos mercados, adoptar acciones tendientes a posicionar productos nacionales en el mercado asiatico, donde hoy nuestra presencia es limitada; gestionar las licencias y permisos que posibiliten el acceso y comercialización de los mismos, fortalecer la capacidad logistica y preparar el capital humano nacional para la interación con culturas poco conocidas.
En términos de conectividad, Colombia tiene diversas tareas pendientes para facilitar dicha integración con el mercado de Asia Pacifico. La principal y urgente es desarrollar la profundización del canal de acceso al Puerto de Buenaventura, cuyos terminales marítimos garantizan la conectividad de Colombia con China, a una distancia de 30 días, pero requieren mayor calado para el ingreso de modernas embarcaciones.
De igual forma, es fundamental completar la infraestructura que reduzca tiempos entre los centros de producción y el principal puerto sobre el Pacīfico, para lo cual es necesario culminar las obras de la doble Calzada Buga- Buenaventura, construir la vía Mulaló – Loboguerrero, recuperar el Ferrocaril del Pacifico y apostarle al visionario proyecto de conectividad Pacífico- Orinoquia.
Por las proyecciones de sus economias y acuerdos comerciales de integración regional como RCEP es notorio que los paises de Asia-Pacífico tendrán gran incidencia en el presente y futuro económico global, por lo cual, Colombia debe doblar sus esfuerzos para lograr una mayor inserción en dichos mercados, basar las relaciones comerciales en la complementariedad y especialización, y por supuesto priorizar sin dilaciones las tareas pendientes.