Hoy quiero recomendarles tres libros de autores colombianos por la calidad y solidez de su escritura y de sus autores.
Hace tres años la historiadora Mariela Vargas Osorno nos sorprendió con su exquisita novela precolombina, El viaje del hombre dorado. En ella conocimos de la vida de los muiscas antes de la llegada de los españoles, del impacto de la conquista y del brutal resultado del encuentro de estas dos razas diametralmente opuestas, que alteró para siempre la cultura ancestral muisca.
Cutzo, el personaje central, último Príncipe de Monguiì, tiene un amplio impacto en el lector; su fascinante preparación para ser gobernante y guerrero, sus amores, pulcros e inocentes, y su sensibilidad hacia lo esotérico, como la voz de las esmeraldas, los animales, el agua, la madre tierra y los dioses de sus antepasados, que todo lo gobiernan, nos permite adentrarnos en una cultura muy espiritual y fascínate.
Ahora Mariela entrega su nueva novela La española y el muisca, una continuación de la historia de Cutzo a través de su descendencia, el mestizaje de su gente, su lucha por conservar sus raíces muiscas y, a la vez, la integración inevitable de su pueblo a la nueva condición histórica de su tierra.
Esta novela escrita en una prosa poética, al igual que la primera, nos proporciona horas de placer. (Librería Lerner).
Perteneciente a una familia enraizada en la literatura colombiana, la admirada poeta y literata Gabriela-Mercedes Arciniegas, ha publicado La armónica de cristal, un libro de cuentos, con bello título y hermosa carátula, y un contenido deslumbrante por la variedad y exuberancia de los estilos literarios de sus historias.
No me atrevería a decir cuál de los 18 cuentos de Gabriela es mejor. Todos sorprenden, cada uno de manera diferente, quizá porque fueron escritos en diferentes periodos de su vida. Algunos, me atrevería a decir, son un tanto borgeanos, otros algo kafkianos y en otros encontré mucho de lo nuestro, de lo presente siempre en cada instante de la historia de nuestro pueblo, tan fantástico, mágico y delirante, como lo describe Gabo cuando habla de los eventos que presenció en su niñez, en su mítico pueblo de Macondo. Algunos tienen una raíz bíblica, como su cuento La mujer de sal, en el cual Gabriela usa su voz de poeta para describir la tragedia de una noche de estrellas convertidas en “bólidos de fuego”: “(…) y las multitudes salieron a ver los diamantes que cortaban el cielo, que caían lentos, claros, hialinos, brillantes, nuevos. Limpios, limpios, limpios. (…)”
Estos cuentos son para leer y releer, disfrutar por horas y analizar mil veces. (Librería Nacional).
El novelista, catedrático y poeta ilustre, Carlos Vázquez-Zawadzky, nos presenta Catalina de Indias. Drama histórico en tres actos. Ojalá en Colombia se escribieran más obras de teatro como esta; una seria y detallada investigación sobre la vida de uno de los íconos de la historia cartagenera, la india Catalina, de la que todos sabemos algo, siempre poco, nunca suficiente. La obra será puesta en escena por La Escuela de Artes Escénicas de la Universidad del Valle. Como dice el autor: “la obra rescata a Catalina en su justa individualidad y trascendencia”. Una valiosa obra imperdible. (Amazon, Editorial Sial Pigmalión).
Feliz descanso, lectura y meditación en Semana Santa.