No habrá más debates presidenciales en EE.UU. y menos mal, porque poco se podía esperar a juzgar por lo que vimos el pasado 29 de septiembre. Gritos, interrupciones y ataques personales, de parte y parte, que llevaron a que el mundo no se diera cuenta de lo más importante: la insistencia de Trump de correr a Biden hacia el centro del espectro ideológico.
“Acabas de perder a la izquierda, acabas de perder a la izquierda” le vociferó varias veces Trump a Biden, después de obligarlo a decir que no apoyaba el Green New Deal (El Nuevo Tratado Verde) y en cierta medida tenía razón. Lo que hoy mueve al sector de Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez es la posibilidad de que se materialice su propuesta de llevar a ese país hacía un sistema de energías limpias y descarbonización. Una propuesta que amparada en la defensa del medio ambiente, propone un cambio radical del modelo económico.
Cuando Trump le preguntó a Biden si apoyaba esa iniciativa, sabía que este respondería que no. Aceptarlo sería espantar al electorado que le teme a esa propuesta que se enmarca en un propósito loable pero que esconde una transformación radical del sistema. Se calcula que el Green New Deal tiene un costo 6.6 trillones de dólares al año, que solo se pueden financiar mediante gasto público y de la inyección de liquidez a la economía. Esto solo es realizable aplicando la nueva teoría económica conocida como MMT (Modern Monetary Theory). Teoría que plantea la financiación de la operación estatal no solo a través de impuestos sino de la emisión de dinero por parte de la Reserva Federal. Es decir, a través de volver al Estado el eje de la economía. Bajo el slogan de un mundo más verde, se plantea un aparto estatal más grande que controle los flujos financieros.
Aquí es donde entra a jugar Gustavo Petro, porque si bien Joe Biden no está con el Green New Deal, un sector del partido Demócrata sí, y ese es con el que tiene contacto el senador colombiano. Por eso Trump, en su habitual discurso de verdades amañadas, dice a los latinos de la Florida que Biden está alineado con Petro y puede argumentarlo por su cercanía ideológica con Ocasio-Cortez y Bernie Sanders. Sin embargo, Biden y el sector que lo apoya, están lejos de compartir estos principios políticos y económicos, no en vano la izquierda Demócrata lo criticó durante el debate por no ser radical en su apoyo a ese proyecto. Me atrevería incluso a decir que hay algunos que no votarán por él, al no verlo rechazar abiertamente el “fracking” y no verlo abrazar este acuerdo Verde.
Y es que eso es lo que propone Gustavo Petro para Colombia, un cambio de modelo económico enmarcado en la lucha contra el cambio climático. Lo que pasa es que esto viene de la mano de una expansión del aparato estatal y un mayor intervencionismo. Una vez más, aunque propuesto de una forma distinta, el debate ideológico es: ¿Más o menos mercado? ¿Más o menos Estado? Ahora expuesto como la única forma de salvar el planeta.