La permisibilidad, la compasión, el pesar hacia el que escogió la ilegalidad para cualquier fin parece que es una tendencia mundial. Por ejemplo, cientos o miles de personas entran por el hueco a EE. UU. y son luego recompensados con permisos de residencia e incluso llegan a ser ciudadanos en cuestión de años. Los premian por haberse portado “tan bien” con EE. UU. violado la ley y haberse burlado del sistema y el imperio de la ley. Los perdonan y los premian porque los consideran débiles y entonces entra en acción el pesar.
En Colombia por ejemplo miles escogieron el camino de las armas, el secuestro, el terrorismo, la violencia para cumplir sus deseos e ideales y en ese camino mataron y violaron a mujeres y niños y a miles de personas, les quitaron la paz y la tranquilidad a millones, pero tampoco importa…hay que perdonarlos porque seguramente todo lo que hicieron tiene justificación y el fin justifica cualquier medio sobre todo en Colombia.
Cuando las cosas no cuestan ni tienen consecuencias no se valoran y no tienen valor alguno. A los que están perdonado de todo ni siquiera les están dando la oportunidad de valorar tener una oportunidad más en la vida. Por eso deberían pagar con cárcel sus delitos y valorar que están libres y les “costó” al menos algo recuperar su libertad. Pero nos les servirá de nada pues como decía Popeye la mano derecha de Pablo Escobar no hay ex bandidos ni ex nada… uno se sigue siendo lo que se es para siempre. Es una condición que no se puede quitar.
¿Por qué no funcionan las cosas al contrario? Deberían premiar a los que cumplen. A los que han seguido las reglas de todo en la sociedad. Los que no han matado, violado, robado. Pero a estos o mejor a nosotros lo que nos toca es pagar todo.
Por eso al sicario lo sueltan. Al ladrón lo sueltan. Al corrupto lo mandan a su casa. Al terrorista lo ponen de senador o activista de paz.
Esa es la razón por la cual el Estado colombiano carece cada día más de credibilidad y la consecuencia de esto es económica. El peso colombiano es una de las monedas más devaluadas del mundo y cada vez podremos hacer menos con el pesito colombiano. Los criminales no pagan nada. Los van a premiar y a lo mejor en dólares. La ilegalidad será premiada. Los que hemos hecho todo correctamente seremos castigados económicamente y además pagaremos el costo total.
No debe premiarse ningún tipo de ilegalidad en nada. No sé en qué momento se cambió el mensaje mundial de no negociar con nada que tenga que ver con la ilegalidad, pero la compasión superó la ley. Como si los culpables de la ausencia de paz fuéramos los que hemos hecho todo honestamente. Se premia al que entra por el hueco. Se premia al delincuente jamás al ciudadano ejemplar. Al contrario, este último es el problema en la sociedad.