SIN LAS cuentas claras del déficit fiscal que debe cubrir en el mediano plazo, el Gobierno deberá hacer un esfuerzo descomunal para evitar que ese saldo rojo continúe en 2025.
Precisamente, en una crónica del equipo de investigaciones de Corficolombiana, sobre cómo fue tomando forma la peor debacle financiera, señala que “en su momento advertimos que la propuesta de ley de financiamiento era inconveniente para la reactivación económica y que el ajuste fiscal debía realizarse mediante una reducción en los gastos de funcionamiento. Además, la flexibilización de la Regla Fiscal que proponía el proyecto, incluyendo un componente verde que ampliaba el espacio de endeudamiento, debilitaría la credibilidad en la responsabilidad fiscal del país y presionaría al alza la prima de riesgo país”.
Señalan los investigadores que “es claro que la situación fiscal es uno de los mayores desafíos que enfrenta la economía colombiana. Los problemas de desfinanciación del presupuesto de la nación observados en 2024 seguirán estando presentes en 2025, generando incertidumbre en el proceso de recuperación de la economía colombiana y ejerciendo presión sobre las tasas de interés en el mercado de deuda, la prima de riesgo y la tasa de cambio”.
El recaudo
En su cronología sobre el descalabro fiscal, los expertos señalan que “en 2024, el recaudo tributario tuvo una variación negativa y muy inferior a la prevista inicialmente en las cuentas del gobierno. El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) presentado en junio reconoció que los ingresos tributarios serían más bajos de lo previsto en el plan financiero de comienzos de año y para cumplir la regla fiscal, redujo su proyección del gasto primario en $30,8 billones. Después de la publicación del MFMP, el recaudo siguió disminuyendo y con corte a octubre registraba una caída anual de 7,1% en términos nominales”.
Asegura el informe que “lo anterior confirma que no se cumplieron los supuestos del gobierno en materia de ingresos por arbitramento de litigios y eficiencia de la DIAN, a lo cual se sumaron los fallos de la Corte Constitucional sobre la no deducibilidad de las regalías del sector hidrocarburos y la devolución de saldos a personas naturales y jurídicas. Nuestras estimaciones indican que el recaudo tributario ascendería a $248,3 billones en 2024, lo que supone una caída de 5,5% frente a 2023”.
Los ajustes
Indican los economistas, que “la caída del recaudo tributario obligó al Gobierno a ajustar varias veces su presupuesto de gasto para cumplir la regla fiscal. Hasta el momento, el recorte efectivo al Presupuesto General de la Nación (PGN) aprobado inicialmente para 2024 asciende a $35,7 billones: i) en el Plan Financiero presentado en febrero, el gasto primario disminuyó en $15,3 billones frente al monto del PGN; ii) luego, con la presentación del MFMP se anunció un recorte de $20 billones adicionales, de los cuales solo fueron efectivos $12 billones, ya que los otros $8 billones consistieron en emisión de TES para pagar parte de la deuda con el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC); y iii) dado que el recaudo tributario siguió cayendo después de la publicación del MFMP, el Ministerio de Hacienda emitió un decreto en noviembre recortando el gasto en $28,4 billones, es decir, $8,4 billones adicionales a los anunciados en el MFMP. Sin embargo, los ingresos tributarios que estimamos para todo 2024 implican que para cumplir la regla fiscal se requiere un ajuste adicional del gasto de $21 billones, el cual podría llegar a través de una subejecución presupuestal. De esta forma, el ajuste total requerido sería de $56,7 billones”.
De esta forma, el cumplimiento de la regla fiscal este año dependerá de que en el cuarto trimestre se mantenga el bajo ritmo de ejecución presupuestal observado hasta noviembre. Nuestro escenario base es que el déficit total del GNC sería de 5,6% del PIB en 2024, logrando cumplir la regla fiscal gracias a una combinación entre recorte del gasto y subejecución.
Consideran los expertos, que “el archivo del proyecto de ley de financiamiento hace más evidente el problema de desfinanciación del PGN de 2025. De hecho, antes de que esto sucediera ya anticipábamos que en 2025 la incertidumbre fiscal sería alta, en la medida que el PGN contempla un fuerte aumento del gasto con fuentes de financiación inciertas. Vale la pena recordar que el Congreso no aprobó el monto del PGN propuesto por el Gobierno para el próximo año, por $523 billones, llevando a una situación inédita en la que se presentará por decreto”.