Los colombianos están gastando más de lo que pueden pagar | El Nuevo Siglo
LOS COLOMBIANOS deben más de un crédito, lo que ha afectado el desempeño de los hogares. /ENS - archivo
Jueves, 6 de Febrero de 2025

SI EXISTE una bomba de tiempo para medir la desigualdad y la inestabilidad entre las personas en el mundo, fue aquella la que dejó la pandemia del covid-19.

Si bien Colombia –que no fue la excepción− ha logrado una lenta recuperación económica, datos del Banco de la República revelan que parte de los estragos que dejó la pandemia fue el endeudamiento privado y el aumento preocupante en los hogares y las empresas.

Lo anterior, es una tendencia impulsada por la crisis económica y la búsqueda de liquidez, la cual enciende las alarmas sobre sus potenciales consecuencias: el agravamiento de la desigualdad y la inestabilidad financiera.

Precisamente, esta situación la acaba de confirmar un estudio de Bravo, una firma que se especializa en buscar soluciones para que las personas paguen las deudas en mora.

El informe sobre el perfil del deudor colombiano, revela que el 47% de los clientes tenían entre 3 y 5 deudas, (es decir 1 de cada 2), de los cuales el 29,5% superó el monto de deuda promedio que se estableció en $34,5 millones.

De igual forma, el estudio confirmó con un 47% que la principal causa de endeudamiento se debe a que las personas gastan más de lo que pueden pagar, debido a la falta de educación financiera que lleva consigo la no planificación de ingresos y egresos.

Los créditos

Según el informe, las deudas más recurrentes son de productos financieros como tarjetas de crédito y créditos libre inversión. En segundo lugar, está la reducción de ingresos con 19%, seguido de la pérdida de empleo que afectó al 16% de los ingresados.

Frente al volumen de ingresos, Bravo determinó que el 74% de los colombianos que ingresan al plan de ahorro, en promedio ganan 2 salarios mínimos al mes o menos, esto confirma que las personas con menores ingresos son las que más propensas están a caer en mora.

Camilo Quiñones, country mánager de Bravo en Colombia, dijo que “es claro que la deuda de los hogares colombianos ha experimentado importantes cambios en comparación con años anteriores. Los datos de Bravo son una herramienta clave que permite analizar y establecer el perfil de endeudamiento de los colombianos en 2025, destacando las principales tendencias que sirven como base para desarrollar estrategias que respondan efectivamente a las necesidades financieras del país para este año”.

Adicionalmente, el estudio revela que, el 52% de los clientes fueron hombres y el 48% mujeres. Otro dato relevante es que los solteros son el grupo con mayor nivel de endeudamiento: 61% del total de individuos analizados, lo que representa un aumento significativo en comparación con 2023, donde este porcentaje era del 45%.

 

 

Créditos colombianos

Edad promedio

En cuanto a la edad promedio de las personas que se vincularon a Bravo, el grupo más representativo fue el de hombres y mujeres entre 31 y 35 años, quienes representaron el 20% del total, un 1% más que el año anterior para este mismo rango de edad. Respecto al nivel educativo, el estudio reveló que el 29% de los colombianos con adeudos en mora que ingresaron al plan de liquidación son graduados universitarios, mientras que el 23,1% son bachilleres.

También, se pone en relieve que Bogotá fue la ciudad con mayor número de inscritos, con un total de 26%, seguida de Medellín con 7% y Cali con 4%.

Condiciones de deudor

A partir de este estudio, los expertos en finanzas personales de Bravo construyeron el perfil para el deudor colombiano en 2025: un hombre soltero que reside en Bogotá, con una edad entre los 31 y los 35 años, que tiene aproximadamente de 3 a 5 deudas en diferentes entidades, que juntas están entre los $5 y los $20 millones, y que gana mensualmente menos de $1.5 millones.

“Este análisis ofrece una visión completa del perfil de endeudamiento de los colombianos para 2025, proporcionando una base clave para diseñar estrategias de educación financiera que respondan eficazmente a las necesidades económicas del país. En Bravo, apostamos por la rebancarización, brindando herramientas que ayuden a todo el ecosistema financiero a identificar las principales causas del sobreendeudamiento y su evolución hacia la mora”, resaltó Camilo Quiñones.

Cabe destacar que este estudio se hizo con base en datos recopilados de más de 20.600 personas que el año pasado ingresaron a Bravo. El análisis consideró diversas variables, como género, edad, ingresos mensuales, ciudad de procedencia y nivel educativo, entre otras.

Por otra parte, en el estudio del Banco de la República, y desde la perspectiva del economista Hyman Minsky, este fenómeno no es más que una burbuja a punto de estallar. Minsky, reconocido por su análisis de los ciclos financieros, advertía sobre los peligros de una economía en la que el endeudamiento privado crece de manera desmesurada, alimentando una falsa sensación de prosperidad.

En este escenario, los aumentos de la tasa de interés por parte del Banco de la República en 2020 y 2021, si bien fueron necesarios para controlar la inflación, fue un duro golpe a los hogares y empresas endeudados. Al incrementarse el costo del crédito, las familias y las empresas vieron cómo se dificultaba el pago de sus obligaciones, lo que derivó en una ola de morosidad e insolvencia.

Las consecuencias de este escenario no solo afectarían a los deudores individuales, sino que podrían tener un impacto sistémico en la economía colombiana. El aumento de la morosidad podría debilitar al sector financiero, poniendo en riesgo la estabilidad del sistema.

Desigualdad

Además, la imposibilidad de pagar las deudas profundizó la desigualdad, golpeando con mayor fuerza a los sectores más vulnerables de la población. Quienes menos tienen, resultaron afectados por la crisis, aumentando la brecha entre ricos y pobres.

De allí que es imperativo que tanto el Gobierno como las entidades financieras tomen medidas urgentes para prevenir una crisis de endeudamiento. Se requieren políticas públicas que promuevan la educación financiera, brinden apoyo a los deudores en dificultades y fomenten el crecimiento económico sostenible. Solo así se evitará que la sombra del endeudamiento se convierta en otra bomba de tiempo que haga estallar la desigualdad y la inestabilidad financiera, pero en Colombia.

El saldo en mora

Hasta noviembre del año pasado, el saldo bruto de la cartera del sistema financiero ascendió a $706,4 billones y el indicador de profundización se situó en 42,8% del PIB.

El saldo que reporta mora mayor a 30 días alcanzó $35,5 billones, lo que significó un aumento intermensual en el saldo de $383.400 millones. En particular, respecto a noviembre de 2023, el saldo varió a una tasa real de -5,6%, impulsado por la variación real anual negativa de la modalidad de consumo de 20,2%. Por otro lado, para las modalidades de microcrédito se registró una variación real anual de 11,1%; vivienda de 18,7%; y, comercial de 5,7%.

Según la Superfinanciera, la cartera al día registró $670,9 billones, esto representa el 95% del saldo total. En el caso del Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD), el 80,6% del saldo que continúa en el programa corresponde a cartera al día. Vale la pena recordar que el saldo del PAD se sigue reduciendo hasta alcanzar el equivalente a $8,1 billones, lo cual representa 1,2% del total de la cartera. Al descomponer el saldo que continúa cubierto por el programa, se tiene que del portafolio consumo el 88,3% se mantiene al día, seguido por comercial (78,6%), vivienda (71,4%) y microcrédito (70,8%).

A su vez, el indicador de calidad de cartera por mora para el total del portafolio, calculado como la relación entre el saldo vencido y bruto fue de 5%. Por modalidad, microcrédito reportó un indicador de 8,9%, seguido de consumo que se situó en 7,3%, comercial en 4% y vivienda en 3,7%.