Lo que inició como una nueva red social se transformó en un sitio con contenidos casi que pornográfico. Su evolución puede generar cambios drásticos.
La plataforma Onlyfans promete dos cosas: desnudos y no tener intermediarios. ¿Qué podría salir mal? Podemos decir que esta aplicación les permite a los usuarios subir contenidos y que les paguen directamente por hacerlo. Eso, en la teoría suena bien. En la práctica comenzó a tener sus complicaciones.
Durante los meses de confinamiento por la pandemia, el uso de Onlyfans explotó de manera exponencial. Arrancó 2020, con cuatro millones de usuarios y terminó con más de 30 millones de inscritos. Una cifra nada despreciable para un portal que no es una red social, pero que tampoco es directamente una página porno.
Básicamente, los usuarios que suben contenidos buscan que las personas paguen una mensualidad para poder acceder a estos videos y fotos. Quizá en algún momento pudo ser utilizado para subir videos blancos (por llamarlo de alguna manera). Videos de instructivos, tutoriales o de servicio. Pero en pocos meses, la plataforma se transformó en algo más simple y rentable: subes contenido explicito, no que raya en lo porno, directamente es pornográfico y el que lo quiera ver, tiene que pagarte directamente.
¿Cuál es gran problema de Onlyfans? Los menores de edad. Por más que han intentando implementar todo tipo de verificaciones, los menores de edad están accediendo a esta plataforma no sólo cómo ‘visitadores’, más bien como creadores de contenido. Y eso es grave. Porque todos los involucrados pueden estar incurriendo en graves delitos de uso y explotación de material sensible.
Onlyfans puede ser una tormenta perfecta. Porque permite subir el contenido de una forma muy sencilla. Porque permite una monetización rápida. Y, principalmente, porque su negocio se basa en la exposición y el reconocimiento algo que es perseguido por niños y sobre todo por los adolescentes. Esperemos que la plataforma sea responsable y no se escude en que “ellos sólo alojan los videos”. Que no escurran el bulto.
Una pata más a la mesa. Porque Onlyfans también mostró algo interesante desde el punto de vista de negocios. El hecho de que los creadores de contenidos comiencen a tener más espacios directos con lo que pagan por esos materiales puede ser un punto de quiebre para las industrias creativas.
Claro, Onlyfans se degradó hacía lo pornográfico porque es lo más rentable, pero creo que se abre una luz al final del tunal para toda una industria que no sabe cómo lidiar con monopolios aburguesados como Google y Facebook que se llevan la mayor parte de los ingresos. ¿Qué pasaría por ejemplo si un medio de comunicación se arriesga y se comparte sus contenidos por plataformas que eviten los intermediarios?
Williamrincon14@gmail.com