Radamés Barca | El Nuevo Siglo
Lunes, 18 de Abril de 2016

El Papa y el principio de solidaridad

“Drama de inmigración más allá del terrorismo”

 

LO que evidenció el papa Francisco con su visita este fin de semana a la isla griega de Lesbos es que si bien es cierto que Europa se impactó con el atentado del Estado Islámico en Bruselas, y que ese hecho fue determinante para que los gobiernos de este bloque comunitario decidieran cerrar sus puertas a las olas de inmigrantes ilegales, esa decisión política, en modo alguno, acabó con el drama de las oleadas de personas que huyen del norte de África, Irak, Libia, Afganistán y Siria, entre otros países.

Una vez más el Pontífice acudió al principio de la solidaridad activa como la base del proceder del ser humano, más allá de las conveniencias políticas, económicas o de cualquier otra índole. En los pronunciamientos del máximo jerarca de la Iglesia Católica no hubo ningún tipo de referencia directa a una religión en específico, sino a las acepciones básicas de la mayoría de los credos en todo el planeta que privilegian la vida y la solidaridad con el que sufre, por encima de todo.

Lo que queda por ver ahora es si la Unión Europea y otras potencias del mundo harán eco al llamado papal y determinarán una nueva flexibilización en sus políticas migratorias, bajo la certeza admitida por muchos de los que huyen de la guerra  en torno a que siempre será más admisible el riesgo de una cárcel en el extranjero que una muy segura y dolorosa muerte en su país de origen.

Quedo claro, por igual, que la tesis aludida por muchos de los críticos de políticas amigables para las olas de inmigrantes ilegales, que no son éstos los que se están convirtiendo en un enemigo de la seguridad nacional de los países que los acogen, pues tanto en los atentados de Bruselas como de París se comprobó que las células yihadistas que los perpetraron estaban compuestas en su mayoría por sus propios nacionales y no por extranjeros.

No menos razón les asiste a quienes desde muchos sectores advierten que hay una facilidad extrema de varios gobiernos que en todos los rincones del planeta le piden a la Unión Europea que asuma luna postura humanitaria para acoger a los miles de migrantes pero no ofrecen, paralelamente, ningún tipo de ayuda económica, logística o incluso también abrir la posibilidad de acoger contingentes de estas personas, así sea temporalmente mientras se busca una solución definitiva a su drama humanitario. Porque este aspecto también debe tenerse en cuenta, recepcionar a miles de personas que no tienen en su gran mayoría ningún tipo de preparación laboral ni académica acorde con las demandas de los países que los reciben, exige un flujo de recursos muy alto por períodos superiores casi que al año y es necesario, por tanto, que toda la comunidad internacional, en la medida de sus posibilidades, entre a participar de la financiación de todo el operativo.

Como se dijo al principio, lo importante ahora es saber cuál va a ser el efecto concreto del llamado del Papa  para que el drama de miles y miles de personas  que solo buscan un lugar en el que la muerte no los aseche a diario, tenga alguna solución. Sin duda, Francisco se puede catalogar hoy por hoy como uno de los personajes más carismáticos  y de mayor nivel de credibilidad y confiabilidad en el mundo. Si él no logra generar este cambio de actitud, nadie lo hará.