RAFAEL NIETO NAVIA | El Nuevo Siglo
Martes, 5 de Noviembre de 2013

“La pared y la muralla…

SON  el papel de la canalla”, decían los viejos bogotanos, cuando la hoy megaurbe era apenas un pueblo grande donde los niños podían jugar en la calle. Entonces la gente barría el frente de sus casas y cuidaba la ciudad como a su propia casa. ¡Ay qué tiempos, señor don Simón! Pero después del “bogotazo” todo cambió.

Justin Bieber es un díscolo cantante canadiense al que le gustan los escándalos. Creo que entre cacho y cacho decidió pintar un graffiti mostrando una hoja de marihuana con la bandera canadiense. Esto no lo hubiera podido hacer en Montreal o en Toronto o en Nueva York, pero sí en la presencia de la policía en un país subdesarrollado. En su beneficio hay que decir que la ciudad está llena de graffitis que Clara López y ahora la policía (que hace pocas semanas produjo la muerte de un graffitero) llaman “arte callejero”. Pero por tratarse de un famoso cantante pop la policía no solamente no lo impidió sino que lo defendió. No hay pared o muro o poste o caja de teléfonos que no tenga mamarrachos o propaganda sin que las autoridades hagan nada para limpiar las calles ni para sancionar a los responsables. A propósito: me entero que se necesita un permiso para pintar graffitis. ¿Todos los que tienen la ciudad hecha una porquería tienen permiso del alcalde?

El problema está en que ser alcalde de Bogotá -que la prensa llama el segundo puesto más importante del país- se convirtió en coto de caza de los aspirantes a Presidente (aunque solamente Barco y Pastrana lo han logrado). La ciudad tiene un presupuesto gigantesco y no se necesita ninguna calificación -ni siquiera interés o amor por la ciudad- para ser alcalde. Tan es así que un secretario de Petro, un señor Jaramillo, dijo que su oficio era el de impulsar el proyecto de Petro. Y todos nos quedamos tan tranquilos. Por supuesto todo el mundo sabe que ese “proyecto” no tiene nada que ver con la ciudad, sino con su interés político.

Ahora avanza, con dificultades legales puestas por un grupo de leguleyos, un proyecto de revocatoria y el Procurador ha formulado pliego de cargos por el caso de las basuras, que puede conducir a que Petro salga de la alcaldía sin revocatoria. Lo de las basuras es solamente una pequeña parte de los abusos y errores de la administración: la movilidad no funciona, las calles están destrozadas, no se ha hecho vivienda social y se ha impedido que los particulares construyan, hay populismo asistencial, el dinero público se usa en propaganda política y el POT se adoptó por un decreto ilegal etc.

Y ahora, con la ayuda del Alvear Restrepo y Minga (Dios los crea y ellos se juntan) se va a la Comisión Interamericana a defender el puesto.

Siria está entregando armas químicas. Y eso basta  para que las grandes potencias miren para otro lado frente a los crímenes que se siguen cometiendo.