La libertad de expresión
El incidente de la Corte Suprema de Justicia con la periodista Cecilia Orozco es solamente la punta del iceberg de los peligros que acechan al derecho fundamental de la libertad de expresión. Dicen en Medellín que en el relevo de la directora de El Colombiano influyó la pérdida de pauta gubernamental por la posición antisantista del diario, aunque yo creo que el nuestro es un gobierno democrático que no acude a estos procedimientos. Veo en la TV pauta publicitaria del gobierno que ojalá suprimieran, porque me parece más propia de regímenes como el chavista. A este columnista lo obligó una decisión del Tribunal Superior de Bogotá a rectificar una columna, por tutela impuesta por una ONG “defensora” de derechos humanos, a la que no le gustó lo que dije. No quiero decir que los columnistas podamos decir lo que nos venga en gana sin atenernos a la verdad o injuriando, pero sí tenemos el derecho de transmitir a nuestros lectores lo que opinamos porque esa es nuestra función. En Colombia se ha dado también el caso de que sea el propio medio el que sanciona a un columnista o a un comentarista de radio o TV.
En América Latina la libertad de expresión está acorralada. Cristinita en Argentina pretende doblegar a los medios dificultándoles la consecución de papel. Correa en Ecuador logró que su Corte de bolsillo multara con cuarenta millones de dólares a El Universo de Guayaquil y condenara a tres años de prisión a sus directivos Carlos, César y Nicolás Pérez y al periodista Emilio Palacio, por las opiniones expresadas en una columna publicada en 2011 que Correa consideró ofensivas. Palacio recibió asilo en los Estados Unidos. Chávez cerró la emisora Radio Caracas TV y sus áulicos multaron y embargaron a Globovisión. El Nacional fue conminado por publicar unas fotos de muertos por violencia, aunque se calcula que entre 1998 y 2010 en Venezuela han muerto violentamente 124.000 personas. El gobierno controla cuatro estaciones de televisión y más de 200 emisoras de radio.
La libertad de expresión es un derecho fundamental de todos, no solamente periodistas o medios, sin la cual no hay democracia. Cuidémosla como flor exótica y valiosa.
Coda uno. Mientras Irán y Corea del Norte firmaban un tratado contra su enemigo común, Occidente, los No Alineados se reunían en Teherán y apoyaban la carrera nuclear de los ayatolas, incluyendo una condena al bloqueo económico estadounidense contra Cuba, solidaridad con Palestina y repudio al “golpe de Estado” constitucional en Paraguay. No entiendo qué hacemos nosotros a estas alturas de la vida en un movimiento presidido por los ayatolas y que en 2015 será presidido por Venezuela.
Coda dos. Juan Gabriel Uribe fue designado Ministro del Medio Ambiente. Aunque la gente no le para muchas bolas al tema y los ministros han hecho de todo menos mirar los problemas ecológicos y del ambiente, es uno de los ministerios con más retos y más difícil.
¡Suerte, querido Ministro!