Reflexione Presidente | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Noviembre de 2018

He recibido voces de indignación de personas que fueron animadas por mí a votar con sus familias por Iván Duque y Marta Lucía Ramírez. En efecto, yo fui un franco activista de esa campaña, moviendo con mucho éxito el voto creyente en apoyo a esta fórmula presidencial.

Sobre los tres meses de ejercicio, Duque ha mostrado un perfil muy positivo, su moderno gabinete cayó bien, medidas como la de la incautación de drogas a los consumidores callejeros ha sido todo un acierto, la anunciada austeridad burocrática y fin de la mermelada es esperanzadora, sus viajes al exterior promoviendo el país y su entrevista con el Papa, pero ojo, el apoyo irrestricto al ministro Carrasquilla después de conocerse su implicación irresponsable y codiciosa en los bonos agua, que implicó un salvaje endeudamiento a municipios pobres, ha dejado dudas.

Ante la inviabilidad del país recibido con un enorme hueco fiscal, su gobierno busca financiar  $14 billones. Este hábil ministro propuso colocar el IVA a la canasta familiar, un error de cálculo monumental, que si bien recauda dinero para el Estado, golpea terriblemente los escasos ingresos de la población, principalmente de la clase media y baja, así se diga que se va a devolver ese tributo a los más pobres, mecanismo muy complicado porque se habla de ingresos del salario mínimo familiar, consignándoles a personas que ni siquiera tienen cuentas de ahorros o como en países menesterosos, produciéndose enormes colas para reclamar 53 mil pesos mensuales.  

Se equivoca Señor Presidente apoyando esta inoportuna medida, es un suicidio político, es pisotear su buena imagen y esperanza del pueblo, es recortar la escasa adquisición económica de la gran mayoría de los colombianos. Es allanarle el camino a la izquierda que esta dichosa con esa metida de pata, porque durante todo su mandato y en cada nueva acción, le van a restregar el haber encarecido el mercadito que se compra a diario o semanal por los más pobres, cuando usted en su campaña ofreció menos impuestos y más salario, todo lo contrario a su iniciativa, lo que hace que sus votantes se sientan traicionados y engañados, perdiendo su credibilidad y apoyo popular, pues el pueblo no entiende su urgencia y responsabilidad del equilibrio económico del Estado, que lo obligan a buscar recursos desesperadamente.

Es cierto la necesidad de cubrir el déficit presupuestal que usted recibió, y hay que hacer algo, pero esa inapropiada medida promovida por su ministro es facilista y cómoda, cuando existen otras vías como incentivar la producción, apretar el gasto público, controlar el contrabando y la evasión fiscal, acabar con la corrupción que es el mayor de los huecos.

Está a tiempo de rectificar, hágalo ya que es de hombres honestos reconocer las equivocaciones y usted lo es, no le entregue el país a los enemigos de la democracia en los próximos 4 años, ellos están como hienas babeándose en espera que el Congreso le apruebe esta medida, que de hacerlo tendrá un altísimo costo político para los partidos que la apoyen y más aún en vísperas de elecciones regionales, donde la izquierda puede arrasar porque usted les dio el motivo.

arangodiego@hotmail.com