Para el Diccionario Oxford, la palabra Perú procede de la deformación del nombre de un cacique llamado Birú al que la “rebajona de la pronuncia” lo dejó en Perú, que en guaraní significa "río" y esta palabra, en su segunda acepción significa “gran cantidad de personas o cosas que se mueven, fluyen o circulan, como decir "un río de gente". Tal cual.
En la hermana República todo fluye tan rápido que se ha vuelto ingobernable, como parecen serlo las democracias latinoamericanas en vía de desarrollo asediadas por la izquierda. Allí todo se mueve: los campesinos, los indígenas, los politiqueros -que allá, como acá, se dan silvestres-, se remueven de su silla los presidentes de la República y se dan el lujo de haber tenido a seis mandatarios desde 2018, provenientes de todas las vertientes políticas.
La actual presidenta, Dina Ercilia Boluarte, quien parece ser una buena profesional, ascendió de la Vicepresidencia desde el pasado día de las Velitas, al tocarle el turno, luego de ser aprobada una moción de censura por parte del Congreso a su antecesor, José Pedro Castillo, maestro de escuela, ex rondero y dirigente sindical de corte marxista-leninista, a quien descubrieron debajo de un sombrero en las breñas de Cusco y quien ganó las elecciones a Keiko Fujimori, justo, por un sombrero -sin cabeza- ante la complicidad omisiva de un 23% de electores potenciales que no entendieron la gravedad del asunto y se quedaron en casa tomando pisco sour. Cualquier parecido con nuestra Patria es pura coincidencia.
Y ahora los peruanos pagan las consecuencias de elegir mal. Castillo “mostró el cobre” muy temprano, quiso cerrar el congreso y lo pusieron de patitas en la calle, con sombrero y todo. Y todo el mundo lleva del bulto. Los alborotados campesinos e indígenas quieren que se vaya Dina Ercilia y que regrese José Pedro y ella acepta adelantar elecciones, pero el Congreso está dividido, no se ponen de acuerdo y para la fecha de publicación es esta nota el número de víctimas fatales debe estar llegando al centenar. Democracias en emergencia, porque por las corrientes alternas de las vías de hecho quieren subir y bajar presidentes, a garrote limpio, provocando la reacción de las Fuerzas Armadas. Y si el nuevo presidente tampoco sirve, ¿vuelve y juega, le tocará al pueblo entero meterse a gobernar en tropel en la Casa de Pizarro? El mismo río corriendo por las calles, pero siempre con distintas aguas y distintas caras, como imaginaría Heráclito de Éfeso …
Post-it. En la columna anterior di en comparar a MinDefensa con “Pepe Cortisona” pero me equivoqué, debería corresponder tal mote al embajador en Caracas, Benedetti, tanto por su parecido físico como por su vocación de “Saco de Plomo” en las tiras cómicas de Condorito del genial “Pepo”. Y otros de sus personajes, por algún no sé qué, se me parecen a varios integrantes del círculo cerrado del despelucado “Pájaro Loco”: el mismo MinDefensa me luce a “Garganta de Lata”; Irene a “Ungenio”, pero con falda; MinJusticia, Osuna, a “Huevoduro”; Roy Leonardo a “Cuasimodo”; MinInterior a Fonola; y de la serie Pato Donald habremos de comparar a la Ministra Corcho con la “Pata Daisy” - ambas nadando en remolino- y a la doctora Ariza, MinCultura, con “Matilda Mc Pato”.