¡También caerá! | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Febrero de 2019

La historia siempre enseña, cuando un dictador y su régimen pierden el respaldo del pueblo, es síntoma de decadencia. Si bien es cierto que en la era de Chávez el régimen era más fuerte y con gran parte del pueblo a su favor, la inutilidad, corrupción y estupidez de su sucesor Maduro, lo llevaron al abandono de los venezolanos, muchos chavistas furibundos se han volteado, dentro de ellos militares.

La genial estrategia de la oposición planeada con Colombia, Brasil, la OEA, los EUA, el GDL de activar la Asamblea Nacional, así como el reconocimiento al nuevo gobierno, es un desencadenamiento de apoyos favorables, que legitiman al nuevo Presidente interino constitucional Juan Guaidó, un joven e inteligente político de Voluntad Popular que se ha ganado el respeto y apoyo del pueblo y los países.

Ese gobierno paralelo ha sido una buena acción, ya los Estados Unidos congeló los bienes de Venezuela trasladándolos al control de Guaidó: CITGO y Pdvsa. Así,  las dos grandes fuentes de ingreso internacional ya no están bajo el poder de Maduro. Inglaterra hizo lo mismo y traspasó el manejo de las reservas en oro de Venezuela al gobierno interino.

En ese orden de ideas, cuando se le resta economía al régimen, la situación se agrava, si a eso se le suma el hambre y escasez de medicamentos, la inseguridad, la galopante inflación y devaluación de la moneda, el malestar generalizado del país y los primeros brotes de rebeldía de algunos militares, que ya no reconocen a Maduro como su jefe, son síntomas del declive del dictador.

Ha sido muy inteligente la propuesta de amnistía a civiles y militares que se pasen a la transición de gobierno, pues si lo hacen, les garantizaría el perdón, salvándose de un enjuiciamiento terminando presos por mucho tiempo o quizás muertos en un enfrentamiento. Aquello ha dado resultados y el efecto dominó se viene, será rápido.

Un alto General, un Coronel agregado militar en Washington, el embajador en Irak,  las cónsules de Miami y Houston ya no reconocen a Maduro, así serán muchos los que seguirán ese camino, dejando solo al dictador que le tocará salir de huida con los millones de dólares que se ha robado. Algún país aliado lo acogerá, le quitarán el dinero a cambio de protección y quien sabe qué pasará con su vida. O en caso contrario será apresado y juzgado por la misma Venezuela o por la Corte Internacional por delitos de lesa humanidad, quizás extraditado a Estados Unidos por narcotraficante. En el  peor escenario el pueblo lo linchará como lo hicieron con Gadafi y muchos dictadores de la historia, o terminará ejecutado como Sadam Hussein o Nicolás Ceaucescu y otros tantos tiranos en la historia.

Maduro también caerá, la justicia siempre prevalecerá y Venezuela será una gran nación con inmenso potencial, saliendo de esos 20 años de destrucción y miseria donde los llevó el socialismo del siglo XXI de la revolución bolivariana.

¡Lección para aprender!

arangodiego@hotmail.com