“La técnica por encima de la politiquería”
Innecesario resulta que el país siga enfrascado en medio de tantos odios. Hay que mirar hacia el futuro, teniendo en cuenta que si Colombia se enruta por el camino de la prosperidad, a todos nos va bien. Me ha gustado el ritmo de la primera semana del Presidente Iván Duque. Ha ido donde dijo que iba a ir. Ha estado cercano a la gente, parecería comprender muy bien que su rol es el de inspirar esperanza y unidad. Apuesto porque el temple del Presidente va a sorprender a muchos. El discurso de posesión dio muestra de ello, casi cincuenta minutos con un tono sostenido y un lenguaje corporal impecable, sin el titubeo y limitaciones de antaño. Las comisiones de empalme de cada uno de los sectores parecen haber logrado sacar una radiografía bastante cercana al estado de cómo se encuentra el país. Para muchas personas es molesto recordar lo malo del pasado y sugieren con la tan colombiana expresión de “deje así” o “hagamos de cuenta que no pasó nada” y creen que hablar con la verdad es una forma de acomodarse. Hay que entender que el gobierno que llegó al poder fue la oposición y que en este sentido les guste a unos o no, hablarán del estado del arte que se encontraron.
Para mí el dato del crecimiento de los contratos de prestación de servicios en el Estado es un problema real y desbordado y a través del cual se repartió un porcentaje importante de mermelada entre otras cosas bastante ineficiente. Lo digo por la clase paupérrima de contratistas que muchas veces en lugar de trabajar, justificaban sus honorarios por pertenecer al senador tal o pascual. Nada más en el Sena (y lo menciono con pleno conocimiento) entre el 2014 y enero de 2017 se aumentaron 7.000 contratos de prestación de servicios en todo el país. Leyeron bien siete mil. Hay que reducir esas nóminas, dejar a la gente técnica y sacar a la política. Por eso es tan importante el nombramiento técnico del equipo de Ministros y Viceministros. En este grupo de personas se nota que prima más las ganas de trabajar y dar resultados que las fotos frívolas, superficiales y de show. Entre más técnica haya, más blindado estará el presupuesto de las clientelas que andan en estos días empezando a convivir con el desempleo y viendo a ver qué se van a poner a hacer.
Nombrar personas con un sesgo político es posible garantía del reacomodamiento de esas clientelas. El Presidente Duque tiene el reto y parece que la personalidad de no dejarse arrinconar por los congresistas que empalagados de mermelada empiezan a sufrir del síndrome de abstinencia por la falta de azúcar. Si Duque logra mantener la técnica por encima de la politiquería, habrá cambiado de manera radical la forma de hacer política en Colombia. Esperemos que así sea.