Hace catorce años empezó a volverse viral en YouTube el video de un mexicano que ante la detención por parte de unos policías en su país repetía constantemente: tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo (https://www.youtube.com/watch?v=p7zevPed3Ss). Hoy somos muchos los que como este personaje, que ha sido visto más de veintiséis millones de veces en la red, tenemos miedo. Miedo a ser testigos al cambio de orden mundial que costará muchas vidas y por primera vez en la historia, será visto minuto a minuto a través de las redes sociales.
Así como el video de YouTube, el paso a paso del conflicto en Ucrania está siendo visto por quienes tienen acceso a internet y las redes sociales. Según datos del 2021, el 59% de la población del planeta tiene acceso a la red. Son 4.66 billones de personas con la posibilidad de ser testigos directos del horror que es la guerra. Aunque muchos pueden ver esto como una ventaja, no se puede analizar en blanco y negro. Tal vez no sea tan positivo poder estar conectados a lo que pasa en Europa del Este. Durante las elecciones en EE.UU., cuando quedó elegido Donald Trump, Rusia fue el artífice de una campaña de desinformación y manipulación de contenidos en las redes para estructurar una narrativa que favoreciera su intención de debilitar la democracia. Por eso, no está demás tener mucho ojo y análisis frente a lo que consumismos en internet, la manipulación de la narrativa está al orden del día en la red, pues la guerra hoy también tiene un componente cibernético.
Muchos cuestionan el orden mundial en el que hoy vivimos. Críticos de Estados Unidos y sus formas ven de manera positiva entrar en la multipolaridad, donde no haya un único hegemón. Eso solo puede ser posible con el contrapeso de China y Rusia al poderío norteamericano. Precisamente esta batalla se ve constantemente en las redes, donde la narrativa anti-establishment está ganando tracción respaldando iniciativas antivacunas, anti-OTAN, etc.
No quisiera entrar en el debate sobre verdades o no verdades, solo planteo que a la hora de escoger un mundo para mi hija, no dudo en preferir aquel que defienda los ideales liberales instaurados por occidente. Un mundo en donde se defienda la democracia y la libertad. Son muchos los defectos los que tiene el sistema actual, de eso no cabe duda, pero dista mucho del modelo político como el ruso o el chino en donde las libertades individuales no se respetan y no es posible expresarse en contra del gobierno.
Por lo anterior, surge una responsabilidad para los colombianos a la hora de escoger a nuestros dirigentes en las próximas elecciones. A pesar de que en medio de la multipolaridad que vive el mundo, de grandes fuerzas disputándose el poder, somos un tanto insignificantes, en este rincón también se viven las tensiones ideológicas de esa pelea. La extensión del pensamiento contra democrático y de transformación del orden mundial ha llegado a nuestras puertas. Por ello, a pesar de todas las complicaciones y de la democracia imperfecta en la que vivismo, el camino hacía un país mejor, es el de la defensa de los postulados de un mundo demócrata liberal. Lo contrario, como el video del mexicano genera miedo, mucho miedo.