“Se busca el internet confiable”
Parece ciencia ficción pero no lo es: el pasado 20 de septiembre el presidente Donald Trump firmó el plan de la nueva estrategia que autoriza a su gobierno para realizar, en defensa de la seguridad nacional, ataques cibernéticos. Se modifica la normativa de la administración Obama que obligaba al Pentágono a conseguir vistos buenos de otras agencias del Estado antes de intervenir de esta manera. El portavoz oficial menciona un posible ataque masivo de un terabyte (mil gigabytes) que afectaría a los Estados Unidos. La declaración de alerta roja implica la notificación interna y externa del desarrollo del programa a gran escala para evitar que ello ocurra.
Se busca el internet confiable, identificar, desmantelar y degradar acciones contrarias al régimen, “que se preocupen los hackers”. El mandatario decidió adoptar la instrucción como medio de disuasión de acechanzas informáticas. A nivel público y privado se producen intromisiones, saqueos de computadores, ataques a páginas web. El gobierno norteamericano acusa a Rusia de obtener información militar sobre aviones no tripulados, de la tecnología de drones y cohetes. También sindica a China de incursionar en igual sentido. A su vez, se habla de que los Estados Unidos tienen interceptado el programa de energía atómica de la República de Irán. La cuestión es compleja, viene de tiempo atrás: en el 2007 el médico del vicepresidente Dick Cheney ordenó desactivar el sistema inalámbrico de su marcapasos por indicios de que extraños duendes intentaban dañarlo y peligraba su vida. Alarmante forma de espionaje. La Cancillería rusa propone la realización de una reunión bilateral de seguridad con especialistas de los dos países para examinar con atención el mal uso del internet. Sabe de la autorización para la ofensiva cibernética norteamericana y le preocupa.
La noticia hay que analizarla a fondo. Abusos que provienen de numerosos sitios, de redes de agazapados delincuentes que tocan los cinco continentes. Preocupa que Isis y el extremismo islámico se hayan introducido en el internet para preparar demenciales acciones terroristas. Esos atropellos no acabarán solamente con la beligerante posición unilateral que adoptan los Estados Unidos. Nos encontramos expuestos en nuestros hogares y oficinas a la intromisión, las ‘chuzadas’ crecen y el saqueo de hace unos días a cincuenta millones de usuarios de Facebook impacta. Indispensable lograr el uso protegido del ciberespacio. Acertado que Microsoft trabaje para evitar la penetración en los sistemas operativos Windows y poner coto a la piratería informática.
Corresponde trabajar por el empleo pacífico de las tecnologías de la información y las comunicaciones, que brindan oportunidades al desarrollo y bienestar de la humanidad, un patrimonio colectivo de los pobladores del planeta. El asunto no es ajeno a Colombia.