Un campanazo de alerta | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Septiembre de 2014

“Uno cree intuitivamente que la gente conoce lo que uno está haciendo, y resulta que no hay tal. Por ejemplo, en el proceso de paz hicimos una encuesta muy profunda, muy profunda, y más del 60 por ciento de los colombianos no están enterados de los progresos que allá se han hecho, a pesar de cuántas veces lo hemos explicado, y los negociadores y muchos ministros, y aún así la gente no sabe lo que está pasando, no sabe que hay progresos”. Esa advertencia del Jefe de Estado el miércoles pasado implica un campanazo de alerta no sólo para el Gobierno sino también para todo el aparato institucional y los sectores políticos, sociales, económicos y gremiales que apoyan una salida negociada al conflicto armado. No deja de llamar la atención que siendo el proceso de paz un tema de diaria referencia en la prensa, radio, televisión, web y todas las autopistas de la información, un porcentaje tan alto de la ciudadanía no conozca o entienda claramente cómo va el intento de negociación con la guerrilla que más lejos ha llegado en las últimas décadas e incluso fue elemento fundamental para inclinar la balanza en la contienda presidencial.

Si bien no es la primera vez que el Ejecutivo admite que tiene problemas para comunicar todos sus logros y ejecutorias, pese a que la estrategia de comunicación ha sido replanteada en distintas ocasiones, seis de cada diez personas no conozca cómo avanza la negociación con la guerrilla en La Habana, constituye una grave amenaza para el proceso de paz, puesto que desde un principio quedó definido que todo lo que se acuerde para la terminación definitiva del conflicto será llevado a las urnas para que sea la ciudadanía la que, con su voto, apruebe o rechace lo pactado.

Si, como dice el Gobierno aunque la guerrilla lo niega, estamos en la recta final del proceso de paz, entonces es urgente que se reformule toda la estrategia de comunicación del mismo, para evitar que, a la hora de las urnas, sean las interpretaciones sesgadas o subjetivas de terceros las que influyan en el voto ciudadano.