A raíz de los acuerdos de paz con las Farc, el Gobierno creó un tribunal especial para juzgar a los guerrilleros que se acogieron al proceso bajo una figura muy benevolente que los induce al reconocimiento de sus fechorías, a pedir perdón y comprometerse a no volver a realizar dichos actos, como a reparar a las victimas. Las sanciones que podrán imponer son de tres tipos: propias, alternativas y ordinarias. Las dos primeras entre 2 a 8 años de penas pero mas nominativas que reales. Dicho tribunal esta en capacidad de otorgar indultos, no considerar delitos anexos o conexos y en general pareciera más una farsa que una realidad, es como querer demostrar algo no muy real sino formal y así exhibir cumplimiento a lo pactado con los guerrilleros.
La JEP o Justicia Especial para la Paz, a decir verdad es un embeleco para disfrazar los crímenes cometidos por aquellos sujetos que empuñaron armas y delinquieron durante décadas a nombre de una revolución que nunca dio resultados y terminó cambiando los ideales por delitos atroces como el crimen, secuestro, extorción, narcotráfico, minería ilegal y muchos otros.
Un país como el nuestro inundado de leguleyadas, de cortes y derechos, no necesitaba de la creación de una más y menos para elegir magistrados a un altísimo costo del bolsillo de los colombianos, jueces provenientes de la izquierda que terminarán absolviendo a la inmensa mayoría de guerrilleros. Mas fácil y económico para el estado habría sido indultarlos a todos en un solo acto jurídico, es decir borrón y cuenta nueva, evitándonos ese innecesario gasto de dinero y desgaste de la justicia.
Cuando un proceso de esta naturaleza se da, lo más práctico es hacer las paces, reinsertar a los acogidos, indultarlos, expropiarles sus bienes mal adquiridos y exigirles el perdón publico. Cerrar ese capitulo y seguir adelante. Pero montar el show de una corte especial de ellos mismos para que los juzgue, eso es una farsa, una burla a la dignidad del pueblo colombiano y de sus victimas.
Por Dios, es hora de cerrar ese capitulo, ¡no mas proceso de paz! El país está cansado de ese tema, llevamos 6 años con lo mismo. Es hora de hablar de progreso promesa incumplida por el gobierno Santos. Es mejor hablar de educación y cultura, de ciencia y tecnologías como puerta de ingreso a los nuevos paradigmas del mundo, del crecimiento económico y social, pero seguirle otorgando los titulares a los delincuentes, haciéndolos celebres, gastando dinero que se necesita para el progreso, creándoles una “justicia especial”, la verdad que es un embeleco.
Esperamos con cierta certeza que el nuevo y joven gobierno del presidente Duque haga un cambio de 180 grados en la temática nacional encaminándolo a asuntos positivos que construyan país.
Finalmente recordemos que Colombia abunda en justicia inoperante: Corte Suprema de Justicia, Corte Constitucional, Consejo de Estado, Consejo de la judicatura, tribunales civiles, laborales, penales, jueces de paz, juzgados de todo tipo, ¡para qué mas!.