En tiempo récord, Colombia dio el más certero paso hacia una actividad que era considerada la cenicienta del gobierno, y un freno a la más importante disciplina que un Estado y una sociedad requieren para su desarrollo, como complemento indispensable para el bienestar de sus asociados. El anhelo de una juventud y una colectividad se convirtieron en realidad con la creación del Ministerio del Deporte.
Mal que bien, un Departamento Administrativo se encargaba de atender el deporte en nuestro país. Su tarea estaba supeditada a cuanta dependencia del Estado, o de los intereses privados intervenían. Como ruedas sueltas actuaban. Era muy poca la coordinación y muchos los esfuerzos, el tiempo y el dinero perdidos. Fueron Ernesto Lucena, un estudioso comprometido con el deporte, quien con el apoyo del Presidente Duque, de muchos dirigentes y amigos de la excelsa actividad, quienes se fijaron el objetivo de darle mayoría de edad. La única manera de alcanzar ese objetivo, era creando el Ministerio de Deporte.
Se requería comprometer a mucha gente; a amigos y enemigos, a los propios deportistas y al país entero, para aprovechar y fortalecer la esperanza de los deportistas que con tanto brillo nos representan nacional e internacionalmente. Fue Ernesto Lucena, un hombre convencido de que en las democracias se requiere la unión de la técnica con la política responsable, quien dedicó toda su energía a defender y alargar los pantalones al deporte. Y lo logró.
Sabía muy bien que su misión no sería fácil. Era necesario enfrentar muchos intereses.
La misión del nuevo ministro será ardua. Debe convencer a las “ruedas sueltas” y a ciertas federaciones, que el deporte ha entrado a la alta política de Estado y que los deportistas deben ser tratados con el respeto que se merecen y que se debe abrir las puertas de par en par a todos los sectores: ¡deporte para todos!
Países como Estados Unidos tienen al deporte en el segundo lugar de sus economías, después del petróleo. Lucena así lo entiende y por ello ya anunció el más diáfano manejo de los fondos, lo cual atraerá a todos los colombianos, a millares de patrocinadores y pondrá en marchan a la más pujante empresa generadora de empleo y riqueza, fuertes medios de comunicación con periodistas especializados, profesionales expertos, empresarios y toda suerte de nuevas empresas deportivas apoyadas por la economía naranja. Florecerán las becas para los estudiantes deportistas, como sucede en los países desarrollados. Es decir, el Ministerio del Deporte, llegó tarde, pero llegó y creará escenarios deportivos que rescatarán a nuestra juventud de las drogas y demás vicios.
Será el Ministerio de la paz, de la concordia, de la amistad, de la competencia sana, del patriotismo que nos aparte de la polarización y nos unirá, para darle la más amable sonrisa y vida que merece Colombia. Fuerza Ministro Lucena.
BLANCO: Por fin bajó el dólar. ¿Seguirá esa tendencia?
NEGRO: El negro panorama económico que reporta el Banco de la República.