“Un segundo mandato de Trump será nefasto para el mundo”
Ha quedado oficialmente establecido que el señor Donald Trump, el controvertido y controversial presidente de los Estados Unidos buscará su reelección inmediata y para ello cuenta con el voto asegurado y definitorio de sus fieles seguidores. No necesita a nadie más, Los demócratas quedan así notificados que deben buscar la manera de reinventarse para poder seguir siendo la segunda fuerza electoral estadounidense. Trump oficializó sus aspiraciones teniendo como escenario en Orlando, Florida, un bastión latino y republicano, al que calificó como su segundo hogar.
Haciendo sus acostumbrados alardes histriónicos, a los que nos tiene acostumbrados, reclamó para sí el éxito que actualmente presentan tanto la economía como el comercio norteamericano a nivel mundial.
"Nunca hemos estado tan prósperos ni hemos gozado de tan firme estabilidad, lo que nos permitida tener asegurado nuestro futuro". La fórmula mágica parece ser el haberle rebajado los impuestos a los ricos y mejorar las posibilidades de inversión en nichos claves del crecimiento. Más de veinte mil de sus incondicionales seguidores le acompañaron en la ceremonia.
Sin embargo no todo parece color de rosa. Por lo menos viendo aspirantes demócratas y de otros partidos quieren competirle la presidencia. Varios sondeos de opinión proyectan cifras negativas para su gestión y profetizan que puede ser derrotado. Sin embargo otros analistas consideran que tal como están las cosas y cómo funciona la organización electoral será muy difícil evitar que el señor Trump siga de inquilino en el Salón Oval. Y esto bien podría significar el regreso al goce de las mayorías republicanas en ambas cámaras legislativas.
De todas maneras, Trump se ha sabido distinguir por presidir un gobierno bastante autocrático e irascible ante la crítica. Sus permanentes peleas con los medios informativos han hecho mella en el propio prestigio del llamado "cuarto poder" y hasta cierto punto le ha permitido a éste considerarse un político providencial. Amigo del espectáculo le gusta realizar declaraciones altisonantes y posturas políticamente incorrectas. Por todo esto no son pocos los que consideran que será muy difícil defenestrarlo de la Casa Blanca.
Lo más grave de todo este asunto es que él está convencido de que está haciendo las cosas bien y se ha empeñado en retirar a su país de pactos y acuerdos que están perjudicando seriamente las relaciones internacionales y el desenvolvimiento normal de la geopolítica mundial. Lo cierto es que con Trump el mundo como lo habíamos conocido se ha vuelto más impredecible y mucho más vulnerable. Y sobre todo mucho menos respetable. Y esto es de suma gravedad mirando el futuro de Occidente.
¿Y cómo le ha ido a Colombia? Siendo sinceros más mal que bien. Nunca en la historia de las relaciones entre las dos naciones habíamos sido blanco de ataques tan directos y perjudiciales como los que Trump nos ha endilgado al hacernos responsables de ser los más mayores productores y traficantes de drogas ilícitas. Nuestro gobierno, infortunadamente, nao ha sabido responder con contundencia a estas ofensas. Y lo que es peor: Duque parece sentirse incomodo con esa amistad.
Siempre hemos advertido en esta columna que vivimos tiempos de una clase política sin clase. Trump ha sido quizás el mayor responsable de esta degradación. Es un político chabacano en toda la extensión de la palabra y está permitiendo que en otros países le imiten.
Afortunadamente nuestro mandatario ha dado muestras de ser todo lo contrario, más no algunos miembros de la oposición. Las buenas maneras y la elegancia han sido por fortuna distinción de una parte apreciable de nuestra dirigencia. Baste citar el legado que nos ha dejado un prohombre como Álvaro Gómez Hurtado.