VÍCTOR CORCOBA HERRERO* | El Nuevo Siglo
Viernes, 30 de Mayo de 2014

Trabajo decente

 

Me parece una buena noticia que la Conferencia Internacional del Trabajo, como supremo órgano de decisión de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- se afane en construir un futuro con trabajo decente, lo que conlleva una serie de valores inherentes que han de dignificar al ser humano. Indudablemente, estamos ante un derecho, pero también ante un deber, cuyos esfuerzos han de servir a la colectividad, mediante un mejor vivir. Considero, por tanto, verdaderamente interesante que la cumbre sobre el mundo del trabajo a celebrar el 9 de junio, estimule, abierta e interactivamente, tanto a los empleadores, como a sindicatos, gobiernos y organizaciones internacionales, sobre un tema tan vital como el desarrollo a través de la dignificación del empleo. Por desgracia, el desempleo, o el trabajo precario que es tan cruel como no tener trabajo, está aumentando por todos los rincones del planeta, lo que acrecienta la pobreza.

Otro grave problema relacionado con la cuestión laboral es el de la migración en masa. Son muchas las personas, sobre todo jóvenes,  que se están viendo obligadas a buscar trabajo fuera de sus países de origen. Algunos lo hacen como trabajadores clandestinos. A veces cuesta entender las horribles situaciones en las que malviven seres humanos, por ejemplo, la gran cantidad de mujeres y niñas que están siendo obligadas a prostituirse por el simple hecho de tener que pagar deudas.

Sin un digno trabajo, el ser humano pierde su identidad, no puede satisfacer sus necesidades básicas, ni sustentar a su familia, que es un elemento esencial en el desarrollo humano sostenible y social. Nos alegramos que excepcionalmente, la Conferencia, denominada como el parlamento mundial del trabajo, también celebre el día mundial contra el trabajo infantil  el 10 de junio. Resulta inconcebible que muchos niños no puedan disfrutar de la infancia, ni acceder a una educación de calidad, por el hecho de haber nacido en un determinado lugar.

El mundo de hoy tiene que reflexionar sobre todas estas historias que nos deshumanizan. Ciertamente, como ha dicho el argentino Daniel Funes de Rioja, al ser elegido presidente de la Conferencia, “vivimos en una era de cambios, pero esto no significa dejar a un lado nuestros valores, sino adaptarlos a las nuevas circunstancias”. Son estos nuevos contextos los que han de instarnos a pregonar con más voz si cabe, una protección adecuada para todo ciudadano, promoviendo su dignidad en el trabajo.

corcoba@telefonica.net

*Escritor