Víctor G Ricardo. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 13 de Enero de 2016

¿Confianza en duda?   

“Paz no se puede ser a espaldas del país”

 

Hace dos meses el Gobierno Nacional anunció que en un acto más de confianza en el proceso de paz de La Habana iba a indultar 30 guerrilleros que estaban en las cárceles. A mi incluso me pareció extraña esa decisión, ya que esperaba que se diera como producto de la terminación del conflicto,  es decir de un acuerdo final. En ese momento las Farc dijeron que valoraban ese gesto del Gobierno y que eso era un paso hacia adelante en la consecución de la terminación del conflicto armado en Colombia y que, además, se ponía a  prueba uno de los sistemas de negociación  acordados para la incorporación a la vida civil de los guerrilleros. Sin embargo, hoy podemos observar a través de los medios de comunicación y las redes sociales, cómo los representantes de la guerrilla se han venido quejando por la falta del cumplimiento de las liberaciones anunciadas por el Gobierno.


Por otra parte, la opinión pública tampoco conoce qué ha sucedido y por qué no se ha dado cumplimiento a las liberaciones anunciadas lo cual, sin lugar a dudas, es importante que se nos informara.


La paz, como lo he dicho incansablemente, no se puede hacer por ningún motivo a espaldas al país debido a que si en algún propósito se requiere del respaldo de todos los colombianos es en el trascendental tema  de la paz.


Allí cabe entonces la pregunta ¿por qué tanto secreto?. También podría la guerrilla estarse preguntando si puede confiar en unos pactos acordados, después de que no se les ha cumplido en un tema sobre el cual el Gobierno tomó la decisión de manera autónoma.


¿Qué debería entonces pensar de temas mayores como la seguridad de ellos en el futuro cuando además la guerrilla lo que observa es que este Gobierno lo que ha hecho es quitarle la seguridad a quienes arriesgaron la vida con su trabajo para el Estado en la consecución de este fin?.  Si algo hay que cuidar en una negociación es la construcción de confianza ya que si destruye por el incumplimiento de la palabra, se destruye lo construido.


Valdría la pena poner mucho cuidado a esta clase de actitudes, pues en lugar de ser una decisión en el objetivo de los acuerdos se puede convertir,  más bien, en la destrucción de lo avanzado.


A propósito de  lo avanzado... ¿Cuándo será que el pueblo colombiano tendrá derecho a conocer lo que se está pactando en La Habana?