Victor G. Ricardo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Noviembre de 2015

ZONAS OLVIDADAS    

Infraestructura es paz

Una  de las barreras para generar la dinámica de desarrollo social  es la inexistencia de una infraestructura adecuada que acerque las zonas olvidadas por el Estado. Por eso en muchas partes del país esto constituye un factor preponderante para la existencia y evolución del conflicto armado. Por ello es fundamental promover y ayudar al desarrollo de proyectos de infraestructura que permitan comunicar y viabilizar económica y socialmente las actividades productivas, además de mejorar la calidad de vida de las poblaciones de estas zonas. Por esto la construcción, rehabilitación y mantenimiento de proyectos de redes secundarias y terciarias en aquellas zonas denominadas críticas por su situación de orden público, lo cual es indispensable para asegurar el éxito de los proyectos productivos.

La ejecución de esos proyectos debe llevarse a cabo de manera descentralizada e involucrar a la comunidad sobre todo en la labor de veeduría de los resultados. Además debe ponerse especial atención a la comunicación de los sistemas fluviales, pues así se pueden integrar las zonas más afectadas por la violencia con el resto del país, lo que hará que dándole un especial énfasis a esta opción, implicara la construcción de nuevos puertos, la adecuación  de los existentes así como el mantenimiento de los canales navegables, donde sean económica y ambientalmente viables. La estrategia de infraestructura para la paz así realizada promoverá la pequeña minería de manera legal, la electrificación rural e infraestructura social a través de la vivienda, agua potable y saneamiento ambiental, además de inversiones complementarias y financiación de proyectos productivos. Si existe un proyecto productivo que implique una reorganización de la población en torno de una nueva asignación de tierras, debe promoverse la adecuación de las condiciones en infraestructura como vivienda, servicios, educación, salud  y carreteras que sean necesarias para llevar a cabo la reubicación de la población en especial en las áreas que hoy se dedican al cultivo de productos ilícitos. En esta materia veo que el Gobierno viene adelantando bajo la coordinación y liderazgo de la Vicepresidencia de la Republica la implementación  de importantes proyectos de infraestructura que son  fundamentales para nuestras comunicaciones y desarrollo pero hay que también priorizar aquellas que si bien no tienen el mismo tráfico, puedan acercar a las zonas de conflicto y sus pobladores a los centros de desarrollo que se convertirán en las vías de la paz.

La paz la lograremos si somos conscientes de que requerimos un desarrollo equitativo de las regiones. La paz no es solo aquella visión militar o de policía sobre las zonas de conflicto. La paz real, sólida  y duradera, es aquella donde se logre la presencia de inversión social del Estado en todas las regiones de Colombia.