Abren museo de Judíos de Polonia en Varsovia | El Nuevo Siglo
Lunes, 15 de Abril de 2013

Un gran museo de la Historia de los Judíos de Polonia abre sus puertas el 19 de abril en el lugar donde se encontraba el antiguo gueto de Varsovia, para dar testimonio de una coexistencia milenaria compleja, luego de un Holocausto en el cual murieron 3 millones de los 3,3 millones de los judíos que vivían en ese país en 1939.

Este moderno edificio fue construido en pleno centro de lo que fuera el barrio judío, que primero fue transformado en gueto y luego destruido por los nazis. El inmueble fue concebido por dos arquitectos finlandeses, Rainer Mahlamaeki e Ilmar Lahdelma. Su fachada muestra un desgarramiento simbólico, abriéndose hacia paredes onduladas que aluden a la travesía bíblica del Mar Rojo por los judíos, que Moisés condujo de Egipto a Israel.

"Durante siglos, Polonia albergó a la mayor diáspora judía del mundo", destaca el director del museo, Andrzej Cudak.

Los alemanes crearon el gueto de Varsovia, el mayor de todos los guetos judíos de la Segunda Guerra Mundial, en octubre de 1940, un año después de invadir Polonia, el 1 de septiembre de 1939.

Detrás de un muro construido alrededor del barrio judío, en el corazón de la capital polaca, los nazis encerraron en 3 km2 a cerca de medio millón de personas, muchas de las cuales murieron de hambre y de enfermedades.

Entre julio y septiembre de 1942, los alemanes deportaron al menos a 260.000 judíos del gueto hacia las cámaras de gas del campo de exterminio de Treblinka.

La deportación parecía inevitable para los 50.000 restantes. Pero el 19 de abril de 1943, en vísperas de la Pascua judía, los nazis chocaron con la resistencia de pequeños grupos de combatientes judíos. Durante los combates que duraron hasta el 16 de mayo, unos 7.000 judíos murieron y otros 6.000 fueron quemados vivos o asesinados con gas. Los supervivientes fueron deportados a Treblinka.

Polonia, ¿paraíso o infierno para los judíos?

¿Polonia fue un paraíso o un infierno para los judíos? "Las dos teorías existen", señala el historiador Szymon Niedziela. El padre de la historiografía judía polaca Meyer Balaban, muerto en 1942, se refería en latín a la "Polonia paradisus judeorum". Otros, hablando de los pogromos, las leyes antijudías y las persecuciones religiosas, formularon la antítesis: "Polonia infernus judeorum", explica Niedziela.

En los siglos XVI y XVII, "La Edad de oro" de los judíos en Polonia coincide con el apogeo del Estado formado por el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania, que se extiende desde el Báltico hasta el Mar Negro. El inmenso país es entonces un gran centro de estudios talmúdicos y sobre el halajá (las leyes del judaísmo) y una tierra de grandes sabios.

 

En este país multiétnico y multirreligioso los judíos disponen -hecho excepcional en esa época- de un parlamento nacional, Waad Arba Aracot, reconocido tanto por las comunidades judías como por el rey de Polonia. Allí se desarrollan grandes movimientos místicos hasídicos, como los de Israel Ben Elieser, Dow Ber y otros. Vilna, la ciudad del gran sabio Gaon Eliasz, es llamada la Jerusalén del Norte.

Ese el país donde "los desterrados sufren menos", constata en el siglo XVIII el rabino Pinjas de Korzec.

Pero los judíos son también víctimas del ostracismo y la violencia. Muchos de ellos abandonan su shtetl (poblado) natal y emigran a diversos países. Otros buscan una vida mejor en una gran ciudad. En 1906, David Ben Gurion parte a los 21 años de la pequeña ciudad de Plonsk, cerca de Varsovia, hacia Palestina, donde fundará el Estado de Israel.

 

A fines del siglo XIX, los judíos se establecen masivamente en Varsovia. Su número pasa en 40 años de 9.000 a 254.000 en 1901, para llegar a 368.000 antes de la Segunda Guerra Mundial, precisa Niedziela.

La independencia de Polonia en 1918, complicada económica y políticamente, favorece una ola de movimientos nacionalistas, claramente antisemitas, con el boicot de comercios judíos y actos de agresión, generalmente con la aprobación tácita de las autoridades.

En 1939, Polonia tiene casi 3,3 millones de judíos, o sea 10% de la población. Uno de cada tres judíos de Europa vive en Polonia.

En el Holocausto murieron 3 millones de judíos polacos. Aproximadamente 300.000 sobrevivieron, la mitad en la URSS. En su inmensa mayoría emigraron a Israel, Estados Unidos y Europa occidental.

 

Los que se quedaron en Polonia sufrieron a menudo de antisemitismo, incluyendo el que favorecía el régimen comunista. Actualmente, según las estimaciones, hay entre 8.000 y 40.000 judíos en este país de 38 millones de habitantes. Pero el antisemitismo no ha desaparecido y sigue siendo alimentado por los grupos ultranacionalistas y ultracatólicos.

El nuevo museo está financiado por donantes privados y fundaciones alemanas, así como por el gobierno polaco, la ciudad de Varsovia y la Unión Europea. Tiene 12.800 m2 de espacio de exposición, con una gran sala multimedia, un centro de educación, un espacio para los niños, un restaurante y un café.

 

"Nuestro objetivo es la educación. El museo está destinado a convertirse en un gran centro de animación cultural, cuando su exposición se haya completado, dentro de un año", explicó su director.