El mundo del cine siempre sorprende con historias cautivadoras y personajes que dejan una impresión duradera en la audiencia. Uno de estos talentosos actores que ha logrado destacar en la pantalla grande es Gustavo Ramírez, en el proyecto, "March Comes After April", es un ejemplo perfecto de su habilidad para dar vida a personajes entrañables.

Su historia es la búsqueda de una pasión que lo ha llevado a recorrer el mundo. A sus 35 años, ha experimentado personajes que le han ayudado a consolidar su carrera, la misma que no comenzó desde la niñez o los primeros años de juventud, como muchos podrían imaginar, sino que surgió como una terapia psicológica que cambió su vida para siempre.

“A mis 15 años, un evento inesperado marcó un antes y un después para mi vida, estaba en peligro y en riesgo de secuestro. Este terrible episodio me llevó a abandonar mi ciudad natal y a vivir confinado durante varios meses. El encierro y la desconfianza hacia las personas dejaron una profunda huella en mi mente”, relata.

La actuación se convirtió entonces en la terapia psicológica que necesitaba para volver a confiar en las personas y en sí mismo. Fue su refugio, su psicólogo personal y la puerta hacia una nueva vida. Desde entonces, ha dedicado 15 años de su vida al mundo de la actuación, que le ha permitido viajar por todo el mundo y estudiar en países como Argentina, Cuba, Australia, Colombia, Costa Rica, Perú y México. Gracias a su carrera actoral, ha tenido la oportunidad de conocer diferentes culturas y personas, lo que ha enriquecido su vida de maneras inimaginables.

“La actuación no solo me ha proporcionado experiencias globales, sino que también ha sido una fuente de crecimiento personal. He descubierto que la actuación me ha ayudado a conocerme mejor, a enfrentar mis propios miedos y a crecer como ser humano. He aprendido a disfrutar del proceso creativo y a no obsesionarse tanto con los resultados, lo que le ha dado una valiosa lección de paciencia”, asegura el actor.

Uno de los desafíos actorales que enfrentó fue su participación en la película "March Comes After April", la cual presenta una historia que comienza con un encuentro inesperado en una cafetería de Los Ángeles. March, el protagonista, se cruza con April, quien, sin saberlo, lo arrastra en un viaje por la ciudad en búsqueda de entregarle una mochila olvidada. Este viaje no solo se convierte en una misión para devolver un objeto perdido, sino que también se convierte en un viaje de autodescubrimiento y aventura.

Gustavo Ramírez toma el papel de Andrew, el dueño de una cafetería en la que comienza la historia. Más que un simple dueño de local, Andrew se convierte en el consejero y compañero de viaje de March. Su personaje aporta sabiduría y consejos a lo largo de la película, guiando a March en su búsqueda de April y brindándole perspectivas valiosas sobre la vida y la creatividad. Con este personaje, Gustavo Ramírez continúa consolidando su carrera a nivel internacional, en diferentes producciones cinematográficas.