El Guaviare hace parte de la Colombia mágica e inexplorada y su selva alberga una de las mayores riquezas de biodiversidad del mundo, por eso este destino turístico se está convirtiendo en uno de los favoritos, principalmente, en extranjeros que vienen al país en búsqueda de sentido y reencuentro con la vida.
Este maravilloso viaje inició en el municipio El Retorno, gracias a la invitación de la alcaldía Municipal y a Fontur (Fondo Nacional de Turismo) que con amabilidad, cariño y orgullo mostraron las riquezas ocultas de este territorio.
El Retorno es un municipio que lastimosamente tiene fama de ser muy peligroso para los turistas, pero tras los diálogos de paz, el único peligro es enamorarse y no querer irse de este lugar, ya que su gente y sus distintos proyectos por superar este episodio de guerra que vivió el país despiertan la admiración de los visitantes.
Este pequeño poblado tiene la mayoría de sus calles en tierra, con un particular color rojo o amarillo, es un ejemplo de la sustitución de cultivos de hoja de coca a cultivos lícitos que han transformado vidas.
Un ejemplo de esto es el cultivo de cacao de William León, quien por más de 20 años cultivó hoja de coca y a pesar de recibir las millonarias ganancias, asegura que no volvería a este tipo de cultivos.
Foto: Angie Alayón / El Nuevo Siglo
“La coge uno pulpita y toca pa' fulano y fulano y no queda nada”, dice el ahora cacaotero, que asegura que entre las razones que lo llevaron a salir de esa bonanza económica porque vio morir varios de sus amigos “los mataban los grupos”.
En su finca permite al turista conocer todo el proceso de cultivación de cacao; desde las plantas con su cuidado, recolección de los frutos, secado, proceso de molienda, hasta disfrutar de un rico “chocolatico.
“No cambio el cacaito por eso, tengo 20 marranos, vacas, porque cuando tenía la coca me acabaron con todo y quede endeudado en 50 millones de pesos”.
Ahora su predio le da 200 k de cacao, el cual vende secado y listo para que sea molido, además de impulsar el turismo de experiencia en su finca.
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La “coca” ya no se hace pasta, ahora se bebe
Es indescriptible el delicioso sabor del vino de hoja de coca, elaborado por Meli Florido, quien a través de un emprendimiento elabora vinos frutales, galletas y duces de productos como el asaí, soya, borojó y hoja de coca.
“Aquí solo se trabajaba con coca, pero cuando empezaron las fumigaciones no solo fumigaban la coca sino que nos acababan con los otros cultivos, incluso con el pasto para el ganado”, dijo la señora Meli, quien con una sonrisa en su rostro cuanta la historia de cómo aprendió a hacer los vinos.
“Dios no abandona”, prosiguió, aquí vino un cubano y él me enseñó la técnica de los vinos y con la asociación de 20 mujeres trabajamos el vino del arazá, posteriormente vinieron los otros productos”.
Cada uno de estos deliciosos vinos, elaborados de manera artesanal, tardan alrededor de seis meses en su proceso de reposo y luego es envasado en botellas de plástico con una linda etiqueta que muestras las raíces ancestrales del territorio y el producto.
Afrodiciaco: por generaciones se ha conocido las propiedades del borojo y la coca como energéticos, además de aumentar la potencia sexual, este es el vino recomendado de la región para las parejas que están en la búsqueda de niños y tiene un precio muy asequible, solo $25.000, directamente en la finca.
Turismo
Este pueblo tiene lugares como sacados de libros de cuentos, entre ellos el pozo azul, que cuenta con una caída de 5 metros y agua color turquesa.
Este lugar se preserva sin rastro de la mano del hombre, así que el sendero requiere algo de exigencia, sin embargo llegar así vale la pena.
La entrada a este lugar es por una finca privada, ubicada en la vereda chaparral alto y tiene un costo de $2.000 por persona, está permitido el ingreso con mascotas y hay zona de camping. Se recomienda a las personas ir en época de verano para poder disfrutar mejor el lugar.
Comunidad nativa
Para ver los frutos hay que conocer las raíces, por eso un lugar, sin duda, especial para conocer la cultura de nuestros antepasados es la comunidad indígena del resguardo la Asunción, ubicado en la vía La Libertad, donde podrás aprender el proceso de conserva de alimentos a través del secado con humo, como ellos lo llaman “moqueado” y probarás el Kesabe, elaborado con los almidones de la yuca.
Uno de los rastros de la humanidad se ha preservado a través de los tejidos de las culturas indígenas y en este lugar podrás aprender el significado de los colores y los bordados de esta tribu, para finalizar compartiendo un baile ameno con los jóvenes de esta tribu.
Viacrucis
Un sendero religioso, para reconectarse con Dios y la Pacha Mama. En la inspección de Cerritos se inicia el camino hacia “piedra gorda” donde los fieles realizan las 14 estaciones del santo viacrucis.
Este recorrido dura entre 4 a 5 horas de subida y un poco menos la bajada, sin embargo, este recorrido vale la pena en cada segundo, pues se puede hacer avistamiento de flora y fauna.
“Amazonas no es el departamento; si no es un basto territorio, del cual hacemos parte nosotros, pues esta Guaviare, Vaupéz, Putumayo y Caquetá somos un solo territorio y apara las aves y quienes habitan naturalmente es un solo territorio”, aseguró Carlos Federico Riaño, guía turístico y espiritual de “Guaviare te espera”.
Una de las recomendaciones es hacer este camino con un guía que tenga conocimiento del terreno para llegar a la cima de la piedra y disfrutar del esplendor del mirador.
Un plus para hacer esta experiencia como de otro mundo es aprovechar estos lugares y conocimientos ancestrales para “recargar baterías”, y si vas en búsqueda de esta conexión, antes de iniciar este viaje, hay que pedir a los guardianes del bosque que guíen el camino y permitan el ingreso y salida del lugar.
“Cuando pisas este territorio sagrado, que guarda muchos misterios, donde sin duda se dio el origen de la humanidad y cuando haces un recorrido de sanación con tu origen estás ampliando tu capacidad de conciencia”, comenta Federico Riaño.
Quien también agrega que un trabajo de reconexión con los orígenes depende de cada individuo, pero en promedio de dos a tres días las personas pueden, a través de distintas meditaciones, hallar su propósito en la tierra.
El Guaviare alberga lugares famosos como Tranquilandia, la puerta de Orión, incluso las pinturas rupestres que datan los orígenes de la vida en la tierra y que esconden cientos de misterios; sin embargo, cada uno de los visitantes tiene una experiencia completamente distinta, ya que la pacha mama al conectarse con el visitante responde la pregunta más fundamental que lo aqueja.