Arnoldo Palacios: Un legado de letras vivas | El Nuevo Siglo
PALACIOS NACIÓ el 20 de enero de 1924 en Cértegui, Chocó, y murió en Bogotá, el 20 de noviembre de 2015. /Foto: Pablo Salgado Photography
Domingo, 2 de Junio de 2024
Redacción Cultura

QUIEN LEE a Arnoldo conoce al Chocó. En sus letras se distingue una exploración profunda del territorio, su relación con la identidad, la memoria y la cultura, guardan la esencia de una tierra mágica, rica en diversidad y en calidad humana.

A través de sus libros, Palacios sumerge al lector en paisajes evocadores que lo invitan a recorrer territorios tanto físicos como emocionales, sus descripciones detalladas y vívidas capturan la esencia de este pedazo del Pacífico, desde las más recónditas zonas boscosas hasta los rincones más íntimos de la vida cotidiana de indígenas y afros, así como su relación con los hechos cotidianos y coyunturales en nuestro país.

“Las estrellas son negras”, cuyo manuscrito original se quemó en los incendios de abril de 1948 cuando asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, es su obra más conocida.

En el centenario de su nacimiento, la Agencia Cultural Quibdó estableció una agenda de actividades que se llevará a cabo durante todo el año, para acercar al público a la vida, obra e importancia de este escritor.

Bajo la coordinación de Cultura Alcaldía de Quibdó, Biblioteca Departamental Arnoldo de los Santos Palacios, Red Étnica de Escritores del Chocó, Fundación Arnoldo Palacios, Fundación Fiestas Franciscanas, Corporación Educativa y Cultural Motete, Fundación Universitaria Claretiana, cada mes se realizará una lectura en voz alta en varias ciudades del país, así como exposiciones y talleres que muestran su legado.

Año centenario

También, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes declaró este 2024 como el Año Arnoldo Palacios, con lo cual incentiva la promoción y la divulgación de los valores literarios de la cultura colombiana, al rendir tributo a la vida y obra de uno de los máximos exponentes de la escritura afrocolombiana, propiciando actividades de formación, agenda académica y otros espacios de reflexión en torno a la vida y obra del escritor.

Uno de estos espacios será la exposición fotográfica “El que vive o ha vivido en el Chocó puede vivir en cualquier parte del mundo”, el cual se inició su itinerancia en Cértegui, en febrero pasado y que viajará por todo el país durante todo el año. Se trata de un acercamiento íntimo, posible gracias al lente del fotógrafo José Venancio Palacios García, sobrino de Arnoldo, y que revela aspectos y momentos emblemáticos del autor.

Además, “Las estrellas son negras” y “Buscando mi madredediós”, otra obra de Palacios, se podrán encontrar para consulta en 1.480 bibliotecas públicas del país, en 80 bibliotecas populares y comunitarias, y en 600 bibliotecas rurales itinerantes, en el marco de la actualización de dotaciones que lidera la Red Nacional de Bibliotecas Públicas - RNBP.

Palacios nació el 20 de enero de 1924 en Cértegui, Chocó, y murió en Bogotá, el 20 de noviembre de 2015. Teniendo apenas dos años sufrió un fuerte ataque de poliomielitis, una infección que ataca la médula espinal, paralizando a quien la sufre y llevando, en algunos casos, a la muerte.

Observador

Cuenta Palacios en un texto personal que, a pesar de su corta edad, él recordaba el suceso y cómo la enfermedad hizo que no pudiera caminar, correr o nadar en el río. En ese momento se convirtió en un agudo observador. Afirma Palacios: “Tuve que permanecer mucho tiempo sentado y creo que eso me enseñó a meditar, a observar, creo que eso, más tarde pudo influir en que me dedicara a escribir”.

Luego de estudiar en el Externado Nacional Camilo Torres, donde recibió clases de maestros como José A. Restrepo Millán, quien lo acercó a la literatura, Palacios llegó a Bogotá, donde escribió, tradujo poesía, concurrió cafés centrales de nuestra historia intelectual, como El Automático, leyó a autores como Reiner María Rilke y Thomas Mann y, en últimas, formó parte del movimiento intelectual del siglo XX en Colombia.

Con apenas 23 años completó el manuscrito de “Las estrellas son negras”, novela que, en sus propias palabras, es un “libro que trata de la vida en el Chocó, en el cual viven hombres que vienen de África, que han constituido una especie de país, una nación junto con el aporte español e indígena”. Una novela moderna que plantea la pregunta por el hombre en su relación con el paisaje.