‘Ecce Homo’ de Caravaggio: el óleo perdido que ahora se exhibe en el Prado | El Nuevo Siglo
En su obra, Caravaggio utilizó el claroscuro para resaltar la figura de Cristo y crear una atmósfera de drama y tensión que envuelve al espectador. / Foto Museo del Prado
Viernes, 31 de Mayo de 2024
Redacción Cultura con AFP

El destino del “Ecce Homo” de Caravaggio podría decirse que ha sido un poco incierto. El óleo de 400 años, que representa el arte sacro de 1605, estuvo a punto de ser vendido por tan solo 1.500 euros, en una subasta el 8 de abril de 2021 en la Casa Ansorena de Madrid, al pensarse que era de un pintor de menor relevancia.

La obra, sobre la que se han escrito ríos de tinta, fue retirada en el último minuto. El Ministerio de Cultura había frenado la subasta del cuadro ante la hipótesis de que se tratara de un verdadero Caravaggio.

El lienzo de 111×86 cm de figuras religiosas es sin duda uno de los mayores descubrimientos de la historia del arte, pero también una de las joyas más cuestionadas y evaluadas en los últimos años.

“Es un cuadro de valor extraordinario, certificado como obra del maestro italiano”, describe el Museo del Prado la obra que mantendrá expuesta hasta el 13 de octubre, gracias a la "generosidad" de su nuevo propietario, un ciudadano británico originario de España, quien aceptó prestar la pintura temporalmente. De hecho, por ser la obra declarada inexportable, no podrá salir del país, salvo excepcionalmente de manera temporal, según explicó el director del Museo, Miguel Falomir.

Jesús de Nazaret

El famoso cuadro fue creado en Génova, Italia, por Michelangelo Merisi da Caravaggio, quien lo pintó durante cuatro años y plasma al gobernador Poncio Pilato, de Judea, presentando a Jesús de Nazaret ante el pueblo romano, mientras pronunciaba las palabras que darían nombre a esta y tantas otras obras y conceptos a lo largo de la historia: "He aquí el hombre", en latín, "Ecce Homo".

La composición de la obra es magistral, con la figura de Jesús en el centro, iluminada por una luz suave que contrasta con la oscuridad que rodea a Pilato y la multitud. Caravaggio utilizó el claroscuro para resaltar la figura de Cristo y crear una atmósfera de drama y tensión que envuelve al espectador.

"Ecce Homo" es una obra profundamente religiosa que invita a la reflexión sobre el sufrimiento humano, el sacrificio y la redención. Caravaggio logró transmitir la humanidad de Jesús y su conexión con el sufrimiento de la humanidad, haciendo que la obra trascienda lo religioso para convertirse en un poder.

A través de "Ecce Homo", Caravaggio demuestra su extraordinario talento para capturar la emoción y la intensidad dramática en sus obras.

Desde su creación, el óleo ha formado parte de distintas colecciones privadas. Su primera mención aparece en un contrato entre Caravaggio y el cardenal italiano Massimo Massimi, aparentemente como parte de un concurso cuyo triunfo se otorgó a otro pintor. Se conoce que más tarde pasó por las manos de Juan de Lezcano, el secretario de un embajador español en Roma, hacia 1631. Finalmente, el "Ecce Homo" fue trasladado a Madrid entre el inventario del Conde de Castrillo, donde luego pasaría a ser parte de la colección del rey Felipe IV en el año 1666 y de su hijo Carlos II alrededor de 1701.

Así es como la obra del artista italiano termina residiendo en la capital española durante más de tres siglos.

¡Perdido!

No obstante, estuvo perdido por varios años. El cuadro pertenecía a la familia Pérez de Castro, que lo había conservado en el último piso de su casa en Salamanca (Madrid) sin sospechar su autoría. Con el descubrimiento se reveló que eran descendientes de Evaristo Pérez de Castro, político, redactor de la Constitución de 1812 y gran coleccionista de arte.

Su redescubrimiento generó un gran revuelo en el mundo del arte y atrajo la atención de museos y coleccionistas de todos los países. Sin embargo, su autenticidad fue objeto de debate y controversia entre los expertos en arte.

La interpretación especializada de la pintura estuvo a cargo de María Cristina Terzaghi, Gianni Papi, Giuseppe Porzio y Keith Christiansen. Todos ellos trabajaron para esclarecer las circunstancias de este descubrimiento, así como la procedencia del cuadro, sus aspectos estilísticos, técnicos e iconográficos, su fortuna crítica y el legado dejado por el maestro en Nápoles.

El minucioso proceso de autentificación de estos especialistas en Caravaggio y pintura barroca ha demostrado que la obra es, sin lugar a dudas, una pieza maestra del milanés, por lo tanto, la presentación del “Ecce Homo” en el Prado y el libro que lo acompaña dan testimonio de la monumental importancia de esta obra del artista italiano.

Este es apenas uno de los sesenta cuadros en el mundo atribuidos al gran artista italiano, quien también tuvo una vida tumultuosa y fue un personaje olvidado durante siglos antes de volver a ser reconocido como un genio a partir de los años 1950.

La obra constituye una muestra de excelencia y maestría pictórica del primer naturalismo italiano, que ejerció una gran influencia en la escuela pictórica madrileña del siglo XVII. Aspectos como el retrato psicológico de los personajes, el realismo de los rostros, la fuerza lumínica que se concentra en el cuerpo de Jesucristo, el juego de primeros planos de los tres personajes y la comunicación que se establece con el espectador hacen del cuadro una obra de gran interés artístico.

Caravaggio no solo capturaba la esencia del relato bíblico, sino que también infundía la escena con una intensidad emocional y una sensación de realidad que cautiva al espectador. La técnica maestra del artista se refleja en los detalles meticulosos, como las arrugas de la ropa o las expresiones faciales de los personajes, que transmiten una profunda humanidad.