POR PRIMERA vez serán expuestas las esculturas monumentales de Fernando Botero, en el corazón de Roma, capital del país que tanto amó y que tanto influyó en su trabajo, gracias a la Fundación Fernando Botero, que crearon sus hijos con el fin de promover el legado del maestro y honrar su memoria con el fin de poder llevar su obra a los 4 rincones del mundo.
La inauguración será hoy, con la presencia del alcalde de Roma, embajadores y autoridades de la ciudad.
“Este es el primer evento gran evento que realizamos después del fallecimiento de mi padre. Es una muestra de gran envergadura, son ocho piezas de gran tamaño en ocho de los lugares más prestigiosos y más icónicos de este centro histórico de esta ciudad, siguiendo además en la tradición de Fernando de llevar sus esculturas monumentales algunas de las capitales y algunas de las ciudades más importantes del mundo”, le dijo Lina Botero, hija del artista colombiano y curadora de la exposición a EL NUEVO SIGLO.
Lina Botero detalló que las esculturas serán exhibidas en un lugar inmensamente frecuentado, como lo son la plaza de San Lorenzo y en la plaza del Popolo en frente de la iglesia; allí estará ubicado la figura de Adán y Eva.
“Estas esculturas hacen parte de la colección privada de mi papá, que muy inteligentemente siempre conservó y tuvo la disciplina de crear una colección de su propia obra, muy importante y muchas de sus mejores obras nunca las quiso vender”, destacó Botero.
Estilo volumétrico
El artista colombiano, fallecido el pasado 15 de septiembre, comenzó a trabajar la escultura en 1973 como una extensión natural de su trabajo y de su estilo volumétrico. Poco a poco su actividad como escultor adquirió la misma importancia en su trabajo que la pintura y el dibujo. A inicio de los años 80, fue por primera vez a la ciudad de Pietrasanta en Toscana, cuna de grandes artesanos que a través de las generaciones han trabajado el bronce y han tallado el mármol que proviene de las minas de Carrara a tan solo unos pocos kilómetros de distancia. Inmediatamente reconoció el talento y la maestría de los artesanos que funde el bronce, que realizan la pátina, que trabajan la cera, que moldean las formas, y que tallan el mármol por quienes sentía además un enorme respeto.
Muy rápidamente entendió que Pietrasanta sería un lugar importante para él y para su trabajo. En 1983 compró la casa que hoy se encuentra en la Via della Rocca, y creó ahí su estudio de escultura.
“Lo más apasionante siempre fue escuchar a mi padre hablar acerca de la pintura y de la historia del arte. Tenía un conocimiento casi enciclopédico. Su fascinación principal fue siempre la pintura del Quattrocento y los grandes maestros que influyeron principalmente en su obra: Piero della Francesca y Paolo Uccello”, detalló Lina Botero.
Estas 8 esculturas monumentales ya están expuestas 2 en la Terrazza del Pincio, que hace parte de la Villa Borguese, una terraza muy frecuentada por turistas que tiene una vista impresionante sobre la Plaza del Pópolo, 2 en la Piazza del Popolo, 1 en el largo San Carlo, sobre la Vía del Corso, 1 en la Piazza di San Lorenzo en Lucina, 1 en la Piazza Mignanelli (continuación de la Piazza di Spagna) y 1 en la Piazza di San Silvestro.
“A través de la Fundación Botero, mis dos hermanos tenemos como misión absoluta llevar el legado artístico de mi papá a diferentes rincones del mundo. Aquí mismo en Roma empezaremos este mes y después vendrán otras grandes exposiciones de pintura, dibujos, pasteles en el Palacio Bonaparte”, añadió la curadora.