El Día Internacional de la Mujer se conmemora desde 1975 y ahora más que nunca esta fecha es un hito para darle amplificación a las luchas de las féminas en distintos escenarios, entre ellos los relacionados con la salud y la prevención de enfermedades.

Y es que, según el Ministerio de Salud, la incidencia del Cáncer de Cuello Uterino es de 19 por cada 100.000 habitantes, ocasionando la muerte anual de 1.800 mujeres y el diagnóstico diario de 12.

Estamos frente a un cáncer que se ubica como la primera causa de muerte entre las mujeres de 30 a 59 años, como lo reporta esta misma institución, de ahí la relevancia que en una fecha como hoy se dirija la mirada a este tema que está afectando, de manera silenciosa, a la población femenina del país.

Para ahondar en el tema, la doctora Natascha Ortiz, ginecóloga y epidemióloga del Centro de Enfermedades relacionadas con VPH de la Clínica del Country, explica la diferencia entre el VPH y el Cáncer de Cuello Uterino.

“El VPH de alto riesgo es la causa necesaria, más no suficiente del cáncer de cuello uterino, es decir, no toda la gente que tiene este virus desarrolla el cáncer. El virus se presenta en, aproximadamente, más del 60% de las personas que son sexualmente activas o han iniciado relaciones sexuales y en un lapso de 18 a 36 meses la mayoría lo eliminan; un número muy pequeño es el que desarrolla cáncer. Sin embargo, cuando se desarrolla esta enfermedad, se puede tardar entre 10 y 20 años para presentar síntomas, momento en el cual puede ser demasiado tarde”.

Un cáncer ¿prevenible?

Hay más de 100 tipos de VPH y, de estos, más de 30 afectan el tracto genital a través del contacto sexual. Los tipos de alto riesgo son los que causan el cáncer de cuello uterino y, por su parte, los de bajo riesgo son causantes de verrugas genitales y lesiones de bajo grado.

Sin embargo, existen formas de prevenir la infección del VPH y, por consiguiente, el cáncer de cuello uterino, entre las cuales la principal es la vacunación.

Para la detección temprana, el país cuenta con nuevas tecnologías a disposición de las mujeres, como las pruebas ADN del Virus del Papiloma Humano que se comienzan a practicar en mujeres desde los 25 hasta los 65 años.

El cáncer de cuello uterino se puede identificar antes de que evolucione a cáncer en la etapa del precáncer. Pero esto solo se puede lograr con el seguimiento juicioso de las pruebas de detección (ADN/VPH) y la citología.